¿Dónde está el presidente?

Nadie pudo localizar ayer al presidente cántabro, Juan Hormaechea, quien decidió posiblemente permanecer en su casa y seguir paso a paso por la radio la lectura de la sentencia que siempre había esperado fuese absolutoria.Cuando Radio Nacional adelantó el veredicto uno de los consejeros lo calificó de "venganza política". No consta que el Consejo de Gobierno celebrase ayer reunión alguna y desde luego si existió no fue presidida por Hormaechea. El Ejecutivo emitió una nota en la que su presidente reitera su inocencia y afirma no haber cometido ningún delito. Por lo mismo, el Consejo de Gobierno considera la sentencia injusta. "Seguimos defendiendo la no legitimidad de la querella presentada por la oposición, hecho en el que nos da la razón el voto particular de uno de los magistrados".

"El hecho de que un presidente de una comunidad autónoma pueda ser condenado a seis años de prisión por unos remitidos de prensa de un valor escasamente superior a un millón de pesetas en los que defendía a la institución regional de ataques injuriosos e insultantes por parte de los querellantes, es una aberración y una vergüenza, y más cuando el ministerio fiscal no presentó acusaciones por ello".