Asesinadas en Argel dos monjas españolas
Dos religiosas españolas, pertenecientes a la comunidad Agustinas Misioneras, fueron asesinadas a tiros ayer por la tarde en las calles del barrio de Bab el Oued, uno de los feudos de los grupos armados islámicos en Argel, cuando se dirigían a una capilla católica para asistir a la misa del domingo. Con este doble asesinato ya son cuatro los religiosos católicos muertos en Argelia como consecuencia de la violencia integrista desatada tras la interrupción del proceso electoral.La religiosa espanola Esther Alvárez Paniagua, de 45 años y natural de León, fue la primera en morir. Falleció de tres disparos en la cabeza, cuando se disponía a entrar en la antigua capilla de San José, residencia a, la vez de una pequeña comunidad de religiosas francesas. Su cuerpo quedó extendido, en el suelo, en la entrada del templo, en medio de un gran charco de sangre.
Su compañera en la congregación de las Agustinas Misioneras María Caridad Alvárez Martín, de 61 años y natural de Burgos, falleció horas más tarde en los servicios de urgencia del hospital militar (de Ain Naya, donde fue trasladada, en estado de coma, en una ambulancia. Los médicos trataron durante tres horas de salvarle la vida, pero sus esfuerzos fracasaron. Sor Caridad, como era conocida en la vida religiosa, falleció en la misma mesa de operaciones, con una bala en el cerebro y otra en el cuello, después de sufrir tres paros cardiacos y una hemorragia múltiple.
Comunidad internacional
Las dos religiosas españolas asesinadas formaban desde hace muchos años, una pequeña comunidad, instalada en un minúsculo apartamento situado en el mismo barrio de Bab el Oued, uno de los bastiones del integrismo en la capital . argelina. Muy cerca de la antigua capilla de San José, donde cada ' , domingo se reúne una reducida comunidad católica. internacional para asistir a la misa, que oficia un sacerdote obrero francés. La misa de ayer no pudo llegarse a celebrar.
Las hermanas. muertas, como el resto de la comunidad de las Agustinas Misioneras de Bab el Oued, trabajaban en el hospital Maillot, a pocos metros de su casa. Habían aceptado libremente colaborar en el pabellón dedicado a las fuerzas de seguridad, a pesar de que los grupos islamistas radicales armados habían dirigido en diversas ocasiones amenazas a los enfermeros y médicos destinados a esta planta.
Ellas habían optado por prestar este servicio, que el resto de sus compañeros del hospital habían rechazado por miedo a las represalias.
En reiteradas ocasiones, el cónsul español, Bernardino León, les había pedido que abandonaran la casa y se trasladaran a vivir en otra zona más segura. Les hizo esta petición por enésima vez el pasado 8 de mayo, cuando en una escuela de la cercana alcazaba murieron asesinados a tiros dos religiosos franceses.
"Ellos han muerto aquí, nosotros nos quedaremos por ellos" aseguró una de las hermanas al` día siguiente del asesinato de los dos religiosos franceses en el cementerio católico de Hussen Dey, donde la comunidad católica se reunió para el entierro. Anoche, en la residencia de la Embajada de España, el resto de la comunidad de las Agustinas Misioneras renovaban con su presencia su compromiso con Argelia y de diálogo con la comunidad musulmana.
La misma mañana del asesinato, el embajador Javier Jimenez Ugarte se había reunido con las hermanas Agustinas. Fue una comida de hermandad, como una de las muchas que se vienen celebrando en estos tiempos difíciles. Son contactos y conversaciones que en ocasiones tienen, como seguro la tuvo la ayer, un cierto aire de despedida.
Tres jóvenes apostados
A última hora de la noche la agencia oficial argelina APS hacia público un comunicado informando del asesinato de las dos religiosas y anunciando una importante, operación de rastreo en toda la zona, en un intento de localizar a los asesinos. Se habla de tres jóvenes apostados en el interior de un vehículo, muy cerca de la capilla católica, y se insiste también en la supuesta autoría del Grupo Islámico Armado (GIA), la organización armada integrista más importante de Argelia. Pero nada se da por seguro.
"El atentado es más execrable y odioso si cabe porque iba dirigido a personas dedicadas al cuidado de los demás", afirmó al ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, tras ser informado por el embajador español en Argel, informa Ignacio Cembrero. "Estamos profundamente consternados", agregó el ministro, quien reiteró su llamamiento para que abandonen Argelia todos los españoles cuya presencia en aquel país no es absolutamente imprescindible.
Solana precisó que había hecho llegar' su consternación al Gobierno argelino al tiempo que le había solicitado que llevará a cabo "una investigación con el máximo rigor" y que "reforzase las medidas de seguridad para proteger a los extranjeros" que aún residen allí.
En diversas partes de Argelia hay religiosas españolas, como las dos Franciscanas que viven en Tebesa, en la región petrolífera de Jechela, la misma en que hay un grupo de unos 11 técnicos que trabajan en la industria cementera y petrolífera.
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