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Dos europeos, decapitados por integristas en un campo petrolífero de Argelia

Un comando integrista argelino asesinó el martes por la noche a dos ingenieros extranjeros -un francés y un italiano- en el curso de un ataque perpetrado contra un campo petrolífero situado al este de Argelia, a poco menos de 30 kilómetros dela frontera con Túnez, en la región del Aurés. Los dos técnicos murieron a tiros y después fueron decapitados por los malhechores, que se llevaron las cabezas de sus víctimas. Se trata del primer atentado que llevan a cabo los fundamentalistas islámicos contra instalaciones energéticas en Argelia.

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La operación fue efectuada con precisión y coordinación por un grupo de unos veinte militantes radicales integristas, quienes irrumpieron de improviso en el pozo número 162 del campo petrolífero de Klenchela. En aquel momento se encontraban en el campamento trabajando un equipo de técnicos argelinos y dos ingenieros extranjeros, llegados recientemente al lugar.La zona del atentado es conocida con el nombre de Babar y se encuentra en el corazón del Aurés, al sur de Constantina, una de las regiones más duras e inhóspitas del sureste de Argelia, considerada ahora como un feudo de la guerrilla integrista. En 1954 fue famosa por ser considerada una de las plazas fuertes del histórico Ejército de Liberación Nacional (ELN) argelino, donde las tropas colonialistas franceses sufrieron los más duros reveses.

El comando fundamentalista, que inexplicablemente logró eludir los controles de seguridad del pozo petrolífero, se adentró en las instalaciones, irrumpió en las viviendas y conminó con las armas en la mano a todos los trabajadores para que se reunieran en el exterior. Mientras los asaltantes ordenaban al personal argelino abandonar inmediatamente el recinto, aislaban y reducían a punta de cañón a los dos técnicos europeos.

Un tercer extranjero, de nacionalidad somalí, engañó a los agresores y amparándose en el color de su piel, consiguió escapar. Menos suerte tuvieron los ingenieros francés e italiano, que fueron abatidos a tiros y decapitados, como si se tratara de una ceremonia ritual. Después, los malhechores prendieron fuego a las instalaciones y huyeron llevándose dos vehículos propiedad de la empresa nacional de hidrocarburos -Sonatrach-, responsable de los trabajos de perforación.

Las dos víctimas, el italiano Mauro dell'Angello, de 41 años, y el francés Philipe Hetet, de 36, ingenieros de hidrocarburos, habían llegado al pozo 162 hacía pocos días, en una visita de inspección rutinaria, que suelen repetir con cierta periodicidad y que les lleva a desplazarse por la región. Ambos vivían normalmente en la gran base petrolífera de Hassi Messaud, al sur de Argel, donde se concentran los técnicos de numerosas compañías internacionales dedicadas a la explotación de gas e hidrocarburos.

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Al parecer, los dos extranjeros asesinados pertenecían a la empresa Sclilumberger, de capital francés, especializada en los trabajos energéticos y en las grandes obras públicas. Ayer, en París, los responsables de esta firma decidieron concentrar a todos sus empleados, que se encuentran dispersos en los pozos petrolíferos del sur, en la base de Hassi Messaud. Para algunos observadores diplomáticos, este puede ser el principio de una operación de repatriación, con la que se sacaría de Argelia a los técnicos extranjeros especializados en petróleo, y se dejaría que las compañías continuaran perando en territorio argelino, pero con personal local.

66 extranjeros asesinados

El suceso provocó ayer la inquietud en las embajadas occidentales en Argel, ya que supone la irrupción de la violencia en un sector hasta ahora no atacado y al margen de la guerra civil larvada que vive el país. Los diplomáticos europeos expresaron preocupación no sólo por el futuro de Argelia y de sus inversiones en el sector energético, sino también por el paradero de las dos cabezas de los ingenieros asesinados. Nadie sabe por ahora si las cabezas- cercenadas fueron después recuperadas y si serán transportadas a los países de origen junto con el resto de los cuerpos.

Con estas dos muertes se eleva ya a 66 el número de extranjeros asesinados en Argelia en los dos últimos anos, después de que el Grupo Islámico Armado (GIA) diera un ultimátum a la colonia internacional para que abandonara el país. La comunidad más afectada es la francesa, que sufría ayer la víctima número 21. Después de esta última agresión, el Ministerio de Asuntos Exteriores galo renovó ayer el llamamientos a sus ciudadanos para que abandonen Argelia, al tiempo que solicitaba a las autoridades argelinas abrir una investigación profunda para esclarecer el atentado.

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