La apuesta de Sadam Husein

La apuesta militar de Sadam ha fracasado espectacularmente. ( ... ) Sadam ha acabado con la idea, defendida desde las páginas de esta revista, de que se aproximaba el momento de permitir que Irak pudiera volver a vender su petróleo. De una u otra forma, su desafortunado liderazgo condena a más sufrimientos a los iraquíes de a pie. ( ... )Al mandar tropas a la frontera, Sadam tiñó de -violencia su vaga advertencia inicial. Quizá nunca tuviera intención de invadir Kuwait. Ningún dirigente en su sano juicio se embarcaría, por segunda vez y con una manifiesta debilidad económica y militar, en una aventura tan temeraria. ( ... ) Lo que sin duda buscaba era negociar desde una posición de fuerza, y que la ONU suspendiera las sanciones que pesan sobre Irak, a cambio de renunciar a la amenaza de la invasión.

Los cálculos de Sadam demostraron carecer de toda base lógica. La política exterior de Bill Clinton ha sido vacilante, pero, temeroso de perder la guerra que ganara George Bush, nunca ha dudado al tratar con Irak. ( ... )Aun así, sería equivocado ligar el levantamiento de sanciones a la marcha de Sadam, por deseable que ésta sea. ( ... ) El mundo exterior puede hacer dos cosas: proteger como ha hecho a Kuwait y sostener, como ha dejado de hacer, a la oposición en Irak. Pero no puede hacer por los iraquíes lo que éstos deben hacer por sí mismos.

15 de octubre