Clases en centros municipales

El Ayuntamiento de Madrid, al igual que otros ayuntamientos, imparte desde hace años una serie de enseñanzas a través de clases en los denominados centros culturales municipales. Esto es una loable iniciativa que sirve de estímulo y aprendizaje.Sin,embargo, tenía que haber un pero. El curso 93-94 quise asistir a una de estas clases en el Centro Cultural Buenavista (avenida de los Toreros, 5) y cuál es mi sorpresa que me niegan la asistencia por el gravísimo delito de no vivir en el distrito que corresponde a ese centro. Quedo supeditado a remotas vacantes.

Si en todos los centros culturales de Madrid se impartiesen las mismas enseñanzas, entonces vería bien que cada uno fuese al que pertenece. Pero no es así.

Cada centro tiene establecidas una serie de enseñanzas que en algunos temas pueden coincidir con los de otros centros, pero nunca en su totalidad.

Aquí se produce el absurdo de que si una persona está interesada en una determinada materia que no se da en el centro cultural a que pertenece se ve abocado a no poder aprender esa materia, o tener que acudir a centros privados que pueden suponerle un fuerte desembolso. (Aclaro que los centros culturales de Madrid -al menos los que conozco- no son gratuitos, pero sí supone un importante ahorro frente a un centro privado).

Señor alcalde de Madrid, a usted me dirijo como responsable máximo. Para el inicio del nuevo curso y sucesivos deberían unificar criterios y no dejarlo al albedrío de iluminados.

La enseñanza no se puede parcelar. Ahora que tanto se habla de eliminar la discriminación, un organismo oficial como ése debería dar ejemplo y no discriminar a los habitantes de Madrid en favor de unos cuantos. El único límite debe ser la capacidad de las aulas donde se impartan las clases. Nada más. Eso sí, respetando el orden de presentación de solicitudes.

Ahí no queda el mal, sino que me consta que esas normas discriminatorias se saltan a la torera por motivos de amistad, recomendación, etcétera.-