Patata alavesa

Hay patatas que absorben poco aceite y son menos aptas para los fritos. Y las hay que resisten el cocido sin deformarse, pero se hacen harinosas en el paladar. Ésta es una pequeña muestra de la mucha sabiduría que sobre tan humilde tubérculo hay en el Centro de Mejora de la Patata de Álava. En las afueras de Vitoria tienen 75 hectáreas para sus investigaciones agrarias y otras 50 en la sierra, a un altitud donde no vuelen los pulgones.No es casualidad que este centro se haya residenciado en Álava. Esta provincia produce la mitad de la patata de siembra de toda España y promociona un label propio de calidad. Cuando una patata de consumo lleva este indicativo quiere decir que las líneas de plantación guardaban una determinada distancia, que no presentan más del 1 por 1.000 en daños provocados por su manipulación, etcétera. El centro, dependiente del Gobierno vasco, intercambia material genético con otras empresas europeas, ha catalogado una veintena de nuevas variedades y tiene patentados dos trabajos sobre el ADN de este especimen tan común.

La patata también está presente en la campaña electoral. El PSE, sin citarla, hace una referencia en su programa a la responsabilidad en el label de calidad. Tanto el PP como el PNV abogan por la organización común de su mercado. Al director del centro, Goyo Alonso, no le extraña que estos dos partidos hablen de tal cosa. Los gobiernos de Baleares, Castilla y León y País Vasco son los que más se han movido para que Bruselas, que no ejerce ninguna jurisdicción sobre la patata, regule el mercado.

En el Centro de Mejora lo saben casi todo sobre las patatas para cocidos, fritos y precongelados (las populares chips). La única patata que no estudian, porque es política y caliente, muy caliente,, es la de Unidad Alavesa. "Hay que ir a la recuperación foral", claman en su programa, porque el traslado de soberanía al Gobierno vasco está dejando a Álava sin dinero para sus propias necesidades. En el mismo texto programático aseguran que estos nuevos centralistas se vuelcan por el Gran Bilbao, "donde se hacen todas las obras y eventos propios de la capital de Euskadi". Y en el memorial de agravios incluyen desde Sondica y el puerto a las obras del metro bilbaíno o la feria y el proyecto de museo.

Esta escisión de la derecha debutó en el año 1990 y se mueve entre los 15.000 y 20.000 votos, merma que tiene muy preocupados al PP y al PNV porque en Álava es donde más caro sale cada voto. Siendo la menos poblada, elige los mismos diputados que las otras provincias, 25. Es la patata de las rencillas territoriales.