Felipe González apoyará un diálogo PSOE-HB si la coalición 'abertzale' rechaza el terrorismo
Felipe González manifestó ayer que respaldaría un diálogo entre el Partido Socialista de Euskadi (PSE) y HB, siempre que la coalición abertzale aceptase las reglas del juego y rechazara la violencia. El presidente del Gobierno afirmó también que cualquier decisión sobre la participación en el Ejecutivo vasco será tomada autónomamente por los socialistas vascos. González reprochó al PP su desconocimiento del estatuto, respondiendo así a la acusación de José María Aznar de que el Gobierno socialista concede transferencias al Ejecutivo vasco sólo a cambio de apoyo parlamentario.
El presidente del Gobierno, Felipe González, compareció ayer en una rueda de prensa en Vitoria acompañado por el candidato socialista a lehendakari, Ramón Jáuregui, y el cabeza de lista por la provincia de Álava, Fernando Buesa. González, que dedicará dos días a visitar las zonas industriales del País Vasco, empezó ayer su gira con una visita a la plataforma de extracción de gas que hay frente a Bermeo.González, a lo largo de la rueda de prensa que mantuvo avanzada la tarde en Vitoria, quiso lanzar el mensaje de actuación autónoma del Partido Socialista de Euskadi.
Aunque dejó clara su positiva valoración de la experancia de gobierno de coalición entre el Partido Nacionalista Vasco y el PSE, insistió en que serían los socialistas vascos quienes tendrían que tomar cualquier decisión sobre la continuidad o no en el futuro Ejecutivo vasco tras las elecciones del 23 de octubre.
En este sentido, el propio Ramón Jáuregui adelantó que su grado de autonomía sería total, porque pretendía liberarse de la disciplina partidista en el caso de que las urnas le permitieran optar por la entrada en el Gobierno.
El presidente del Gobierno fue más tajante respecto a la posibilidad de que el PSE y HB inicien contactos tras las elecciones de cara a la pacificación de Euskadi. Felipe González dijo en este sentido que la política del Ejecutivo seguía siendo la misma, esto es, la aceptación de las reglas de juego democráticas y el rechazo a la violencia por parte de la coalición abertzale antes de iniciar cualquier forma de diálogo.
Desconocimiento
El líder socialista estuvo moderado en su réplica a las críticas del Partido Popular. No obstante, preguntado si el Estatuto de Gernika se desarrollaba en Euskadi por parte del Gobierno socialista sólo para conseguir un apoyo parlamentario del PNV -tal y como ha manifestado el PP-, Felipe González respondió que quienes opinan eso es que "no se conocen el Estatuto de Autonornía".
González manifestó, a renglón seguido, que el nivel de autogobierno es importante en Euskadi y añadió que había oído decir a los nacionalistas que "el 80% de las condiciones de vida dependen ya de las competencias del Gobierno vasco".
Tampoco quiso entrar al trapo cuando se le preguntó por la crítica que había realizado José María Aznar la víspera, en el sentido de que "el único pacto posible entre PSOE y CiU es tapar los escándalos". Felipe González se limitó a responder que el partido socialista no había puesto ninguna restricción a que se investigue el caso Filesa en la comisión parlamentaria de financiación de partidos. No obstante, añadió, que el PP no tiene "ninguna política que ofrecer de tipo alternativo" y por eso recurre al efectismo.
La actitud mantenida por el presidente del Ejecutivo respecto al PNV, contrastó con la posición crítica de Jáuregui hacia el partido con el que los socialistas han gobernado en coalición en el País Vasco. El candidato a lehendakari del PSE acusó a Xabier Arzalluz, el presidente del PNV, de mantener, "posiciones sectarias e intolerantes" por haber manifestado la víspera que los socialistas no eran "políticamente de aquí" y "por gobernar por fax" desde Madrid". "Si alguien gobierna por fax es Ardanza desde Sabin-Etxea [sede del PNV". "Yo no voy a gobernar por fax desde Madrid", dijo Jáuregui.
Sin embargo, Felipe González dijo que iba a mantener una actitud de respeto hacia el PNV, aunque se estuviera en campana electoral. No obstante, dejó claro que se sentía "más identificado con Ramón Jáuregui, y con los compañeros socialistas".
Finalmente, el secretario general del PSOE negó que hubiera cualquier polémica sobre la legalización de las drogas blandas. González manifestó estar en contra de su posible legalización, pero dejó claro que este debate tenía un marco mucho más amplio que debía ser el de Naciones Unidas. "Ni este Gobierno ni ninguno va a decidir ninguna legalización, entre otras cosas porque sólo se podría tomar una decisión por parte de la comunidad internacional".
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