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DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL

Los psiquiatras defienden la responsabilidad del enfermo mental para garantizar sus derechos

Debate en Madrid sobre las implicaciones éticas de la división entre normalidad y locura

La idea paternalista del enfermo mental no responsable de sus actos pero, a cambio, incapacitado como ciudadano puede pasar a la historia si prospera la reclamación cada vez más pujante de los psiquiatras progresistas y los propios afectados. Defienden que la locura no sea eximente de delito, si acaso atenuante, lo que garantizaría que su proceso y posterior pena se hagan en las mismas condiciones que el resto. El velo que, separa la normalidad y la locura y sus implicaciones éticas es uno de los temas más controvertidos en el Día Mundial, de la Salud Mental, que hoy se celebra.

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"Por qué no me castigan si he hecho algo malo", reprochaba hace poco a su médico un adolescente enfermo mental que acababa de matar a su madre. La sociedad le estaba rompiendo los esquemas más que su propia psicosis. Su destino no era la cárcel sino un psiquiátrico, quién sabe si para toda la vida. Es una de las muchas anécdotas contadas este fin de semana en las jornadas sobre Responsabilidad, Derechos y Protección en Salud Mental en el ámbito Europeo, organizadas en Madrid por la sección española del Comité Europeo de Derecho, Ética y Psiquiatría (CEDEP).Independientemente de que pongan en tela de juicio si la cárcel es un elemento rehabilitador para alguien, la mayoría de los miembros del comité defienden la plena capacidad y responsabilidad del enfermo mental como única salvaguarda de sus derechos individuales. "El incapaz es un muerto civil", dice la psiquiatra Alicia Roig. "El que no es responsable queda condenado de por vida a una cárcel o a un psiquiátrico", agrega.

En el fondo de la cuestión está el concepto de peligrosidad del enfermo mental. Teresa Suarez, jefa de los servicios de Salud Mental de Madrid está dispuesta a demostrar que los índices de criminalidad son mucho menores que entre la población considerada sana, y que los condicionantes externos que llevan a un enfermo a cometer un delito son los mismos que para una persona normal.

Pero la incertidumbre atenaza a la familia de un psicótico. A la familia, que un día le atiende y al siguiente pide desesperadamente su internamiento en un centro. "Cuando hablamos de riesgo estamos hablando incluso de muerte para ellos y para sus familias", asegura Silvestra Moreno, presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Familiares de Enfermos Mentales. "A nuestras asociaciones nos vienen pidiendo: 'Quitennos este problema", reconoce. Es un problema de desencuentro y de dificultad para descifrar cada día un lenguaje distinto al racional. Y es también el fruto del tremendo cansancio de las personas que conviven con la desesperanza. "Nosotros no queremos desprendernos de nuestros familiares enfermos. Todo sería mas fácil si se nos da apoyo, información sobre como tenemos que usar los pocos recursos que tenemos y sobre la propia enfermedad".

La realidad es que estos familiares no cejan en pedir más facilidades para los internamientos voluntarios, petición que les enfrenta hoy por hoy a los psiquiatras. Alicia Roig reconoce su parte de culpa. "Nosotros los profesionales y la Administración somos bastante responsables de lo que piden las familias porque es verdad que no reciben suficiente apoyo".

La demanda fundamental son estructuras sanitarias intermedias para los enfermos mentales, centros de día donde además los enfermos puedan desarrollar sus facultades con alguna actividad. Las familias demandan con ahínco que los psiquiatras efectúen urgencias domiciliarias y que los jueces que deben dictar los internamientos tengan suficiente información sobre la enfermedad. "Nuestros esquizofrénicos son grandes actores y les cuentan historias con gran coherencia que les convencen", explica Silvestra Moreno.

¿Qué opina un enfermo mental o ex enfermo?. El joven Jan Dirk Van Abshoven, secretario de la Red Europea de Usuarios y ex-Usuarios en Salud Mental, en Utrech (Países Bajos) no aclara su situación, pero responde: "Los enfermos tienen problemas con las familias. En mi caso ellos creen que el doctor tiene la verdad absoluta y tienen miedo de que si hay libertad de elección pueda elegir una forma de vida loca".

A veces la vida hace colisionar los derechos del enfermo y los de su familia. La respuesta sobre cuál debe prevalecer es dificil. Para los psiquiatras es injusto que unos prevalezcan a costa de anular completamente los otros. Y como insiste Jan Dirk Van Abshoven, incluso en los momentos de mayor confusión los usuarios perciben que pagar con la libertad es un precio demasiado alto.

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