La ONU advierte a Sadam que responderá con la misma contundencia que hace cuatro años
Empezó a construirse ayer el escenario de la guerra del Golfo segunda parte. Un portaaviones de la flota norteamericana tiene previsto llegar hoy a las aguas del Pérsico como primer elemento del dispositivo militar pues to en marcha para contener cualquier ataque contra Kuwait. Entre tanto, Naciones Unidas advirtieron a Irak que cualquier amenaza contra ese pequeño emirato encontrará la misma respuesta de la comunidad internacional que se produjo en 1990. Es posible que el movimiento de tropas iraquíes en el sur de su país no sea más que un intento del régimen de Bagdad de tantear la firmeza de Washington y de la ONU, pero todo está preparado para responder por si se trata de algo más serio.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, William Perry, dijo ayer que su Gobierno "no puede permitirse el lujo" de interpretar este movimiento de tropas como una simple bravuconada de parte de Sadam Husein. "Las unidades [iraquíes] que ya están desplegadas se encuentran demasiado cerca como para quedamos tranquilos. Se trata de unidades mecanizadas que podrían estar en Kuwait en menos de una hora", declaró Perry en Haití, donde viajó ayer brevemente para supervisar esa otra operación militar en la que está envuelto Estados Unidos. Perry aseguro que los movimientos de tropas iraquíes detectados son similares a los observados en 1990 antes de la invasión de Kuwait.El presidente Bill Clinton ordenó el viernes el traslado hacia el Golfo del portaaviones George Washington, que carga 45 aparatos y que hoy tiene previsto unirse a un grupo anfibio, actualmente en Arabia Saudí, con 2.000 marines a bordo. Además, Clinton autorizó ayer por la tarde el envío de 4.000 soldados de la 24ª División de Intervención, con base en Georgia y desplazará baterías de misiles Patriot a Kuwait. Estados Unidos tiene en la zona once barcos, dos de ellos armados con misiles de crucero Tomahawk y más de 11.000 soldados. 140 aviones de combate se encuentran en bases próximas. Unos 15.000 hombres más han sido puestos en estado de alerta en territorio norteamericano.
El secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, de gira por Oriente Medio, se mostró firme en conversación con su colega kuwaití Sabah al-Ahmed: "Estados Unidos defenderá la soberanía e independencia de Kuwait y hará frente con firmeza a la amenazas iraquíes".
Naciones Unidas dio ayer el primer paso para unificar la reacción internacional. El Consejo de Seguridad, en una reunión a puerta cerrada, se mostró ayer "gravemente preocupado" por las noticias de Bagdad. En una resolución aprobada por consenso pidió a la misión de la ONU desplegada en la frontera iraquí con Kuwait "redoblar la vigilancia" e informar "inmediatamente" de "cualquier acción potencialmente hostil" o de violación de la zona desmilitarizada entre los dos países. El Consejo advirtió a Irak que la ONU "sigue comprometida con la soberanía y la integridad territorial de Kuwait". La declaración rechazó también la amenaza iraquí de interrumpir su colaboración con los inspectores de armas de Naciones Unidas si no se levanta el embargo internacional a sus exportaciones de petróleo. "Irak tendrá toda la responsabilidad por las consecuencias de cualquier provocación o interferencia con la vital misión de la comisión especial de la ONU".
Movimientos sospechosos
La embajadora norteamericana, Madeleine Albright, enseñó en la reunión cinco fotografías por satélite mostrando el despliegue iraquí. Al mismo tiempo, el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el británico David Hannay, se reunió con el embajador iraquí en Naciones Unidas, Nizar Hamdoon, para transmitirle la preocupación que ha provocado el movimiento de tropas en la frontera con Kuwait. Hamdoon respondió que "Irak es un Estado soberano que tiene derecho a mover tropas dentro de su propio territorio".
En los dos últimos días, el Gobierno de Bagdad desplazó hacia el sur unos 20.000 soldados de élite de la Guardia Republicana, con lo que actualmente se han detectado unos 65.000 hombres a unos 30 kilómetros de la frontera con Kuwait. Ayer, la situación militar en el Golfo era estable. Las tropas iraquíes se han detenido y la amenaza sobre Kuwait no es inminente.
Uno de los objetivos políticos de Husein es presionar a la ONU para levantar el embargo. Pero también EE UU podría tener in terés en exagerar el peligro del movimiento iraquí. Varios países del Consejo de Seguridad, sobre todo Francia, estaban rompiendo la disciplina de Washington y pedían la suavización de las san ciones. Estos nuevos vientos de guerra en el Golfo podrían unificar la posición de Occidente.
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