Yolanda Ming
El caso de la badalonesa Yolanda Ming, que permaneció presa en las cárceles de Tailandia, durante cinco años, como consecuencia de un delito de tráfico de drogas, está siendo sobredimensionado, a mi modesto entender. Es evidente que el indulto ha sido una noticia estupenda, para ella y para sus padres, pero me parece cuando menos inexplicable que el alcalde de una ciudad vaya a esperarla al aeropuerto y ponga a su disposición uno de los coches oficiales de nuestra ciudad.Felicito desde aquí a los padres de Yolanda, que son los verdaderos protagonistas de la historia; tampoco han estado de más las gestiones realizadas por el Ayuntamiento de Badalona, la Generalitat, etcétera, pero, una vez realizadas las gestiones, se impone el anonimato de los representantes públicos, con el único y simple fin de no crear suspicacias difíciles de explicar a vecinos de esa ciudad que han pasado por situaciones similares en cárceles españolas y ningún alcalde ha ido a esperarles, con el coche oficial, a la puerta de la cárcel.-
