El paro en EE UU desciende al 5,9%, el nivel más bajo de los últimos cuatro años
Estados Unidos alcanzó ayer la mejor cifra desempleo de los últimos cuatro años: envidiable 5,9%, que deja la economía norteamericana cerca de los niveles del pleno empleo. Buena noticia, ¿no? Probablemente no tan buena. Porque este éxito en la creación de puestos de trabajo parece preparar el escenario para un aumento de la inflación e incrementa el temor a una preventiva subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).
El Departamento de Trabajo informó ayer que, a lo largo del mes de septiembre, se han creado en Estados Unidos 246.000 empleos, casi 70.000 más de lo previsto, lo que lleva la tasa, deparo al 5,9%, un nivel desconocido desde octubre de 1990. En agosto, el desempleo se situaba en el 6,1%.Funcionarios de la Administración aseguran que el 5,9% de septiembre es el índice de paro natural de la economía norteamericana y que, por tanto, no son justificados los temores de un aumento inmediato de la inflación. Hasta ahora, la Reserva Federal (banco central) ha compartido el punto de vista del Gobierno, y, de hecho, la reunión del comité de vigilancia de la Fed concluyó el pasado día 27 con la decisión de no subir los tipos de interés.
Sin embargo es indudable que una cifra tan baja de desempleo estimula el consumo y obliga a los empresarios a pagar salarios más altos por los trabajadores que quiere contratar, con lo que1a amenaza de inflación es cierta. Esta semana Wall Street ha sido sensible a esos temores. Entre el miércoles y el jueves, el índice Dow Jones cayó 15 puntos.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, suele ser partidario de la política de anticiparse a la inflación con aumentos de tipos de interés, que han crecido cinco veces en lo que va de año. Las previsiones de inflación para: el año próximo son de un 3,6%, lo que: supone un aumento apreciable pero no escandaloso sobre el 2,7% que se espera para el final de este año.
Para mantener esas cifras, la Administración desearía, en realidad, que el crecimiento se contuviera en los niveles actuales. Sin embargo, un seminario de economistas celebrado esta semana en la histórica ciudad de Williamsburg apreciaba que las órdenes de venta de las empresas para los próximos meses siguen siendo muy altas y que no hay síntomas de que el crecimiento se esté ralentizando. Las previsiones al respecto son de un crecimiento del 2,7% para el año 1995, un punto menos del 3,7% con el que se espera que concluya este año.
El empleo creado en el último mes afecta fundamentalmente al sector de servicios, pero también se han abierto puestos de trabajo en la construcción, el transporte y, de forma menos significativa, en la industria manufacturera. Los empresarios esperan un boom de ventas en los dos próximos meses con motivo de las compras de Navidad, que van a ser la prueba definitiva de si esta economía es capaz de controlar la inflación.
Uno de los factores que podrían influir en el aumento de los tipos de interés son las elecciones al Congreso del próximo 8 de noviembre. Obviamente, el presidente Bill Clinton quisiera llegar a esa cita con la economía en su momento más expansivo. Clinton señaló ayer que el descenso del paro "es satisfactorio pero no suficiente". El buen estado de la economía no ha beneficiado a los más pobres. La Oficina del Censo hizo público el jueves que el el sector por debajo de los niveles de pobreza ha aumentado a 40 millones de personas.
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