Interior prepara la reorganización de los servicios antiterroristas y de espionaje

JESÚS DUVA. El Ministerio de Justicia e Interior planea poner en pie una "auténtica Comisaría General de Información" para "la captación, evaluación, análisis y difusión de la información con interés policial", según un documento interno elaborado por el equipo de Juan Alberto Belloch. Esto supone dar un vuelco a los planteamientos del área de Información de la policía, que hasta ahora estaba dedicada prácticamente a la lucha contra ETA y desatendía otros cometidos de interés para la seguridad nacional. Varios policías han sido enviados ya a México y Venezuela para que actúen como "antenas" en lugar de los agentes del espionaje militar.

La Unidad Central Antiterrorista (UCA), compuesta por unos 200 agentes al mando del comisario Eduardo González Muñiz, será la que lleve el peso de la lucha contra ETA y otras organizaciones terroristas, dependiendo de la Comisaría General de Policía Judicial.Otra unidad tendrá la misión de captar información de interés policial referente a "grupos radicales, conflictividad social, racismo, xenofobia, terrorismo internacional y tráfico de armas", según el proyecto elaborado por el Gobierno.

- El equipo de Juan Alberto Belloch reconoce la necesidad de "ampliar y desarrollar otras áreas de información no suficientemente atendidas en la actualidad, en especial en lo relativo al narcotráfico, asuntos económicos y tráfico de influencias". El responsable de esta unidad central de Inteligencia será el comisario Jesús de la Morena.

La Comisaría General de Información, a cuyo frente está Gabriel Fuentes, se completará con la creación de otra brigada cuya misión principal será la captación, evaluación y análisis sobre cualquier materia que se considere de interés para la seguridad nacional. En este concepto entran materias tan amplias como la delincuencia organizada,- el narcotráfico, la prostitución y otras que provocan "alarma social".

El programa de objetivos que pretende poner en marcha el director general de la Policía, Ángel Olivares, incluye también la necesidad de "abrir vías 0 potenciar, en su caso, las relaciones dé cooperación con las policías de otros países, fundamentalmente en el ámbito de la Unión Europea". Dentro de este apartado, se considera de especial interés "ampliar las antenas exteriores y [el número] de oficiales de enlace, así como redefinir el papel y estatus de los mismos".

La viceministra de Interior Margarita Robles, en quien recae la responsabilidad última de las relaciones internacionales, ha designado como jefe de este departamento al comisario Maximiliano García Cantos. Éste, ex jefe de la División de Enseñanza y Perfeccionamiento, es, según muchos de sus compañeros, el presunto ideólogo e inspirador de la actual movida que se vive en el Cuerpo Nacional de Policía.

Dentro de esta ofensiva exterior de la policía se enmarca también el envío de varios agentes a México y Venezuela con la misión de que capten información sobre terrorismo, narcotráfico y otras cuestiones de interés nacional. Esta medida supone un nuevo pulso a los servicios de espionaje militar del Cesid, que durante años se han resistido a ceder tal parcela a la seguridad civil del Estado, según recalcan fuentes policiales.

El ministro Belloch pretende deslindar las competencias operativas de la policía de aquellas otras dedicadas a la captación y análisis de información. Las primeras -localización, y detención de los terroristas- correrán a cargo de la Comisaría General de Policía Judicial, que dirige Enrique de Federico. Mientras que la información "pura" -captación, análisis y difusión de los datos- será competencia de la Comisaría General de Información.

Fuentes policiales han expresado fuertes reticencias a esta rígida "separación entre los órganos de inteligencia y los operativos" por creer que puede producirse una descoordinación entre los agentes de una y otra área. Pero el actual equipo de Interior está empeñado en "desarrollar el modelo de la información pura, moderna y omnicomprensiva de' todo tipo de inteligencia con interés para el orden y la seguridad pública", según figura entre los objetivos de este proyecto.

Motivación y seguridad

El plan de Belloch "pretende actuar sobre aquellos aspectos que la experiencia ha demostrado que impedían el correcto y normal funcionamiento, tanto del colectivo como de su operatividad". Y añade que también se pretende "avanzar en el proceso de desarrollo del cuerpo y de la organización, buscando la motivación y la seguridad".

El ministerio deberá analizar, discutir y pactar con los representantes sindicales de los policías el cumplimiento de este programa que, de otra forma, tendría previsiblemente grandes dificultades para salir adelante.

Federico López Ferrer, dirigente de la Unión Federal de Policía (UFP), se mostró ayer plenamente de acuerdo con el modelo de Comisaría General de Información que intenta sacar adelante Juan Alberto Belloch. "Apoyamos este modelo, que es similar al que rige en Francia, pues en totalmente necesaria una redefinición de las funciones de inteligencia", señaló López Ferrer. Dentro de este plan de "modernización" se baraja también la posibilidad de que el servicio de seguridad del Rey pase a ser competencia del Cuerpo Nacional de Policía.