El director del FMI quita hierro a las críticas de sus técnicos sobre pensiones y despido en España

PILAR MARCOS. Michel Camdessus, director gerente del Fondo Monetario Internacional, intentó ayer desactivar la bomba de relojería que -con la vestimenta de análisis sobre el mercado de trabajo y el sistema de pensiones- sus técnicos pusieron sobre la mesa de su anfitrión, el Gobierno español, el pasado domingo. Tras cuatro días de respuestas críticas de todos los partidos, Camdessus hizo gala de sus dotes políticas para matizar la inviabilidad del sistema de pensiones español, así como las recomendaciones para facilitar el despido o rebajar el seguro de desempleo. "En pensiones, estábamos hablando del largo plazo, de dentro de 30 años", afirmó. Sobre despido dijo que no se trata de que sea libre, sino "más libre y más barato".

El inglés dejó ayer paso al castellano en el cierre de la Asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Madrid. Michel Camdessus respondió en castellano, durante la conferencia de prensa de clausura de la Asamblea, a las preguntas sobre la polémica abierta en España tras un seminario del FMI y un informa del Banco Mundial que calificaban de "insostenible" el sistema de pensiones en España. A ello se sumaron las respuestas a los periodistas latinoamericanos que cuestionaron cómo se conjuga la habilidad de emitir recetas sobre la política económica adecuada de los países más ricos con su reiterada incapacidad para cumplirlas.'.'El problema de la viabilidad del sistema de pensiones no es tanto de España como de toda Europa", contestó Michel Camdessus. Añadió que es "un problema de evolución imprevista de la demografía, porque no es lo mismo tener tres hijos, como era habitual hace unos años, que 1,2 hijos, como muestran ahora las estadísticas".

La afirmación que sus técnicos hicieron el domingo -dijeron que el sistema de pensiones español es "insostenible"- quedó matizada en un contexto de "largo plazo y demografía". En cualquier caso, Camdessus mantuvo la crítica de fondo. Debido al cambio demográfico, explicó, quienes están ahora en activo no deberían esperar que sólo con los impuestos que pagarán sus hijos se puedan abonar sus futuras pensiones. Por ello, "si quieren descansar bien, que no en paz, es mejor que completen un poco sus pensiones con sistemas de financiación privados", todo ello en un horizonte de "15, 20 o 30 años". Tras estos paños calientes, Camdessus advirtió que "para solucionar los problemas a largo plazo, hay que abordarlos cuanto antes".

Las recomendaciones de los técnicos del FMI para acentuar la flexibilidad del mercado de trabajo español también fueron suavizadas, aunque sólo en la forma, por Camdessus. "No hablamos de despido libre, sino más libre y más barato para que se pueda contratar más". El director gerente, del Fondo se apresuró a decir que las reformas laborales aprobadas en España "son buenas, van en la buena dirección y probablemente introducirán una modificación en el desempleo estructural", es decir, el que persiste aun en épocas de bonanza.

Tras la matización de Camdessus llegaba el rechazo del presidente del Gobierno español. Ayer, Felipe González se opuso claramente a las recetas del Fondo para controlar el déficit mediente la reducción de prestaciones sociales. En la clausura del XXV aniversario de la Confederación de Asociaciones de Vecinos del Estado Español (CAVE), González defendió el mantenimiento del sistema de pensiones y el Estado de Bienestar.

Las políticas de ajuste y el doble rasero -el ajuste que predican frente al que practican- de los países ricos fueron comentados por los responsables del FMI. El presidente del Banco Mundial, Lewis Preston, evitó horas antes entrar en esta polémica. En sus conclusiones de la Asamblea, subrayó que lo importante no es la cantidad de dinero que se destina al desarrollo sino que ésta se "invierta de forma sagaz, tal como destacó el Comité de Desarrollo".