El presidente sirio depura a los mandos hostiles a un acuerdo de paz con Israel

El presidente de Siria, Hafez el Asad, quiere preparar al pueblo sirio, acostumbrado hasta ahora a una sistemática propaganda antijudía, a la la paz con Israel lo más rápidamente posible hasta el punto de que ha iniciado una purga entre los altos mandos militares hostiles a un acuerdo que permita, al menos, una recuperación parcial de los altos del Golán. En las calles de Damasco han empezado a aparecer pasquines que resaltan los valores supremos de la paz.

Hafez el Asad quiere culminar las negociaciones antes de mediados del próximo año. Teme que una victoria del Likud en las elecciones de 1996 ponga fin a las esperanzas sirias de recuperar el citado territorio.

Ese temor explica las últimas aperturas del régimen sirio en dirección de Tel Aviv, lo que ha llegado a despertar el optimismo en el Departamento de Estado norteamericano pocos días antes de que su máximo responsable, Warren Christopher, inicie una nueva gira por la región.

Al mismo tiempo, el líder sirio y sus más directos colaboradores se muestran muy preocupados por el debate sobre el Golán que se desarrolla en estos momentos en Israel y que pone en peligro la estabilidad del Gobierno que preside Isaac Rabin y la cohesión de su partido, el Laborista. En Damasco consideran que este debate puede ser una maniobra del propio Rabin para conservar una parte del Golan.

Para Damasco todo se trata de una maniobra del Gobierno de Rabin, en medio de una complicada negociación. Por eso tiene prisa en eliminar, por lo menos en su patio, las dificultades para lograr una acuerdo, aunque sea parcial, sobre la devolución del Golán antes de que los nacionalistas del Likud vuelvan al poder, lo que arruinara toda posibilidad de acuerdo.

Entre tanto, ayer en Jerusalén se produjo un atentado en el que resultaron heridos cinco turistas británicos. Un desconocido lanzó una bomba contra un grupo que visitaba una iglesia de Al Ayzariyá.