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La ruinosa herencia de Craxi

El Partido Socialista Italiano (PSI) ha dejado de existir. Carece de líder, desde que Ottaviano del Turco, el último secretario general, dimitiera días después de las elecciones europeas del pasado mes de junio, cuando el PSI confirmó que caía desde su 14% tradicional de votos a poco más del 1%. Gino Giugni, todavía presidente en funciones, prepara la asamblea de noviembre en la que el PSI se disolverá definitivamente, dejando tras de sí un cúmulo de procesos por corrupción, de deudas y hasta de querellas internas por un patrimonio que, sin duda existió, pero que parece haberse difuminado tras pasar por las manos del último gran líder, Bettino Craxi.Ha potenciado estas polémicas la confirmación por el financiero Sergio Tradati, estrecho colaborador de Craxi, de la existencia en Suiza de dos cuentas a disposición de éste que llegaron a tener 30.000 millones de liras (unos 2.400 millones de pesetas) cuyo paradero actual resulta desconocido. Tradati declaró el pasado lunes a los jueces que, hacia 1992, cuando los problemas judiciales que forzarían a Craxi a dimitir parecían inminentes, el todavía líder del PSI le pidió que vaciara las cuentas sobre las que el financiero tenía poderes. Pero Tratadi se negó a hacerlo.

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El financiero añade que 2.000 millones de liras volvieron a Italia para pagar a los trabajadores del diario socialista Avanti. Tradati tiene también la certeza de que, con parte del dinero restante, otro fiduiciario de Craxi compró 15 kilos de oro, que depositó en un banco. Del resto, no sabe nada.

"No hay ningún tesoro"

Craxi, que asegura que sus cuentas suizas han sido utilizadas sólo para financiar al PSI, reiteró ayer en la localidad tunecina de Hamameth, donde se encuentra refugiado desde hace meses, que "no hay ningún tesoro de Craxi. Una vez más, se me quiere demonizar y criminalizar".

El antiguo líder socialista afirma por un lado que, durante el interrogatorio a que le sometió hace más de un año el juez Antonio Di Pietro, ya habló de este "sistema de cuentas extranjeras, que se debía a que muchas sociedades que versaban contribuciones al partido tenían cuentas en el extranjero y a que ciertos empleos de las sumas sólo podían realizarse a través de cuentas en el extranjero". El juez Di Pietro negó el lunes que Craxi le hubiera hablado de sus cuentas en Suiza.

Por otro lado, el ex dirigente del PSI asegura que informó de tales cuentas a Giorgio Benvenuto, su sucesor en el PSI, y que hizo llegar en propia mano a Del Turco las acciones de la sociedad panameña a cuyo nombre figuran los depósitos bancarios. La oficina de prensa del PSI hizo saber ayer que las primeras noticias sobre la existencia de las cuentas suizas de Craxi le han llegado estos días, a través de la prensa, y, añade: "De Craxi hemos heredado sólo deudas, con los bancos y el personal".

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