Defensa mantendra una fuerza en Ceuta y Melilla que haga creíble la disuasión
Defensa mantendrá en Ceuta, Melilla y Canarias un nivel de tropas "compatible con un grado de disuasión creíble" ante hipotéticas agresiones exteriores, según dijo, ayer en el Congreso el ministro Julián García Vargas. Las guárniciones de las dos ciudades del norte de África y el archipiélago canario son las únicas donde el Ejército de Tierra no reducirá sus efectivos en aplicación del Plan Norte. En Canarias, el tercio de la Legión que se trasladará de Fuerteventura a Almería será sustituido por un batallón de infantería ligera y se instalarán misiles antiaéreos. No habrá cambios en Ceuta y Melilla.
Los ministros de Defensa de la OTAN, reunidos la semana pasada en Sevilla, decidieron a iniciativa de España establecer contactos militares con los países del norte de África. Aunque el nuevo concepto estratégico de la OTAN incluye "el posible desarrollo de armas de destrucción masiva como el riesgo potencial más grave" en la periferia sur de Europa, García Vargas subrayó un peligro más sutil: "El fundamentalismo religioso que, asociado a otros factores socio-económicos, puede convertirse en el detonante de graves conflictos que afecten a nuestros intereses y nuestra seguridad".El ministro, que presentó en la Comisión de Defensa el Plan Norte, advirtió, no obstante, que la "reciente atención de la Alianza hacia su periferia sur puede suscitar recelos" en el Magreb y tener efectos contraproducentes. Por ello, un grupo de la OTAN estudiará el establecimiento, de contactos con los países norteafricanos para transmitirles "nuestro deseo de convivir en paz con ellos".
Estos contactos, a semejanza de los que ya existen con los antiguos miembros del Pacto de Varsovia, servirán para estudiar la participación conjunta de tropas del Magreb y de la OTAN en operaciones de paz o acciones humanitarias, la creación de canales de consulta e intercambio de información y la asistencia de observadores militares e incluso de pequeñas unidades norteafricanas a maniobras aliadas en el Mediterráneo. Adelantándose a la puesta en práctica de esta filosofía, los agregados militares de los países del Magreb en Madrid han sido invitados a asistir, por vez primera, a las maniobras conjuntas que los ejércitos de España, Francia e Italia realizarán el mes próximo en Murcia y Almería, bajo el nombre de Tramontana-94.
Garcia Vargas también afirmó que "se está considerando con interés" la oferta alemana de cesión de 54 carros de combate Leopard 2. Pese a ello, insistió en que, antes de aceptar la oferta, informará al Congreso y tendrá "muy en cuenta las consecuencias económicas e industriales" de esta decisión.
Respecto a la compra de cazas F-18 de segunda mano, declaró: "En el presupuesto de 1995 hay una partida para incrementar los aviones de combate que tenemos y es verdad que estamos en una prospección del mercado de aviones ya utilizados, pues no nos podemos permitir el lujo de ir a aparatos nuevos. ¿Va a ser el F- 18? Si se pudiera, sí. Pero aún no hay oferta por parte de EE UU".
García Vargas se enzarzó con el portavoz del Grupo Popular en la Conúsión de Defensa, Santiago López Valdivielso, en una polémica a propósito de Manuel Azaña, impulsor de la reforma militar de la República, a quien el segundo había calificado de "intelectual mediocre y político nefasto", el pasado lunes. "Tengo que agradecer que me haya comparado nada menos que con don Manuel Azaña", dijo el ministro, antes de recriminar al portavoz del PP su "torpeza política" por haber descalificado una figura histórica que reivindicó recientemente Aznar. "Las opiniones sobre personajes históricos son libres en mi partido", replicó López Valdivielso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.