Campaña en Italia para desprestigiar al juez anticorrupción Di Pietro

Un presunto plan del juez Antonio Di Pietro, el más destacado en la lucha contra la corrupción, para echar a Silvio Berlusconi del Gobierno mediante la apertura de un sumario, de modo que el propio magistrado pudiera sucederle al frente del Ejecutivo con al apoyo de los neofascistas de Alianza Nacional (AN), es el último rumor destacado por la prensa con efectos potencialmente negativos para la imagen de Di Pietro.

El rumor, que circulaba hace tiempo, fue lanzado a las primeras páginas de los diarios de ayer por Rocco Buttiglione, filósofo colaborador de Juan Pablo II e inexperto secretario general del Partido Popular Italiano (PPI), quien advirtió que, en esa hipótesis, él defendería a Berlusconi. Casi todos los líderes políticos calificaron de "fantapolítica" el rumor, al que no dieron ningún crédito. Berlusconi aprovechó la circunstancia para declarar que "es un hecho que la excesiva búsqueda de popularidad (por parte de los magistrados) puede llevar a una especie de impunidad".En cuanto a Di Pietro, rompió su silencio habitual para comentar: "A estas alturas, ya no puedo creer en las coincidencias. A pesar de los ataques que recibo, la gente está de mi parte". El magistrado sugiere la existencia de una campaña, acentuada desde que los fiscales de Milán promovieron un proyecto de solución legislativa para acelerar los procesos por corrupción y favorecer la colaboración de los arrepentidos.

Tras muchos de estos rumores y ataques, se suele oír que Di Pietro está próximo a abrir un sumario contra Berlusconi, lo que se utiliza para explicar ciertas actuaciones del juez o como indicio de sus ambiciones. Pero el contexto de las declaraciones de Buttiglione es más bien la lucha del PPI por ampliar el centro Político, abriendo una eventual brecha entre Fin¡ y Berluscon¡.

La campaña contra Di Pietro se aceleró la semana pasada con otra iniciativa que parece una venganza particular: la presentación por parte del financiero Sergio Cusani, condenado a más de 9 años de cárcel por haber hecho de intermediario en el pago de numerosas comisiones ¡legales, de una demanda contra el magistrado por presunto abuso de despacho público. La demanda se basa en argumentos aparentemente insignificantes.

Antonio Di Pietro continúa, sin embargo, trabajando normalmente. Ayer, en un proceso en Milán, logró que Sergio Tratad¡, amigo de Bettino Craxi, confesara que, a petición de éste, abrió en Suiza dos cuentas secretas en las que llegó a haber 30.000 millones de liras (unos 2.400 millones de pesetas), que, en su mayor parte, siguen en paradero desconocido.