Berlusconi debe enfrentarse a la realidad

Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia, puede haber heredado un sistema podrido. Pero a no ser que haga progresos en los presupuestos de 1995, esta semana su Gobierno se unirá al grupo de los 50 anteriores, aquellos que fracasaron para vencer los prejuicios del sistema en contra del cambio. (...)El sistema de pensiones italiano desacredita casi todas las teorías liberales de obligación social. Consume el 40% de los presupuestos del Gobierno. Unos 2.1 millones de personas sobre una población de 57 millones recibe alguna pensión de algún tipo. (...) Las mujeres empleadas en el sector público pueden retirarse con el 80% de su salario después de sólo 15 años, y los hombres, después de 20 años.

Ningún Gobierno italiano puede permitirse que esta cultura de la pereza no sea desafiada por más tiempo, y menos aún una Administración que exige la reforma del Estado y el estímulo de la inversión. (...)

Por debajo del brillo de las apariciones televisivas de Berlusconi se esconde una realidad que la opinión pública italiana no quiere afrontar. Como dijo públicamente el dirigente de FIAT, Gianni Agnelli, hace sólo una se mana, Italia no tiene otra elección sino reformar sus finanzas públicas, por la simple razón de que no pueden esperarse unos niveles de crecimiento como los que se disfrutaron en las décadas expansivas de los años cincuenta y sesenta. (...)

26 de septiembre