La economía española creció un 1,6% en el segundo trimestre, lo que afianza la recuperación

La recuperación económica parece afianzarse tras dos trimestres seguidos de tasas positivas. Según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística, la economía española creció un 1,6% en el segundo trimestre del año respecto del mismo periodo del año anterior. El sector exterior ha desacelerado su aportación positiva al crecimiento económico -desde 2,8 puntos en el primer trimestre hasta dos puntos en el segundo- y la demanda interna reduce su tasa negativa desde el -2% en el primer trimestre hasta el -0,4% en el segundo. El consumo y la inversión inician así una tímida recuperación de una décima respecto a los tres primeros meses del año, tras siete trimestres consecutivos de tasas negativas.

Tras el 1,6% de aumento del PIB en el segundo trimestre del año, se confirma también que la economía española crece a menor ritmo que los países locomotora de la recuperación. Estados Unidos se encuentra a la cabeza con un 4% de crecimiento del PIB (producto interior bruto), seguido del Reino Unido (3,3%) y de Alemania (2,3%). El reflejo en España es una muy ligera desaceleración de las exportaciones -crecimiento del 18, 1 % en el primer trimestre y del 17,4% en el segundo- y un aumento relativamente superior de las importaciones -del 4,6% al 7,5%.La consecuencia es que el sector exterior ha perdido parte del protagonismo que todavía tiene en el crecimiento económico. Su aportación positiva al PIB ha perdido algo de gas -de 2,8 puntos en el primer trimestre a dos puntos en el segundo- en favor de la demanda interna. La aportación del consumo y la inversión al PIB es todavía negativa en cuatro décimas en tasas interanuales (sobre el mismo periodo del ano anterior).

Este aún tímido relevo de la demanda interna se refleja con más claridad en la comparación del segundo trimestre del año con el primero; es decir, si se mide por las tendencias más inmediatas en la evolución de la economía. Según este baremo, el consumo y la inversión crecen una décima, después de haber tocado suelo en el trimestre anterior y tras seis períodos consecutivos negativos.

La escasa fuerza que aporta todavía la demanda interna y el freno en la externa -crecen a menor ritmo tanto las exportaciones como las importaciones- explican que, en relación al primer trimestre, la economía mantenga un crecimiento estable del 0,6%, frente al 0,7% del trimestre anterior.

Dentro de la demanda interna, tanto el consumo como la inversión se recuperan. Comparado con el segundo trimestre del año anterior persisten las tasas negativas de crecimiento, aunque algo amortiguadas (-0,3% el consumo y -2,1% la inversión, frente al -1,9% y -5,3%, respectivamente, del primer trimestre). Comparado con el trimestre anterior, se mantienen por segundo periodo consecutivo las tasas positivas (0,5% de crecimiento del consumo y 0,4% de la inversión). Dentro de la inversión, el dato más esperanzador es el de bienes de equipo, que mejora tanto en tasas interanuales (del -8,8% en el primer trimestre al -3,7% en el segundo) como intertrimestrales (del 0,2% al 0,8%).

Por el lado de la oferta, el dato más significativo es que crece el valor añadido en las ramas industriales (1,3% de aumento interanual, tras varios trimestres de tasas negativas). Se reduce también el ritmo de caída en la construcción (desde el -4% al -1,7%).