Mario Benedetti y el cantante Daniel Viglietti componen un dúo
El teatro María Guerrero y la Casa de América serán testigos
Mario Benedetti es como una ciudad dentro de Madrid. Eso dicen. Todo en él son versos o párrafos. Tiene la costumbre de contar las sílabas de las frases que oye antes de seguir, hablando. Defecto de poeta nacido en Uruguay, que ha vuelto a vivir en Montevideo tras vanos exílios a cuestas; uno de ellos en Madrid. El cantante Daniel Viglietti, uruguayo también, con un exilio de 11 años en París, es la otra cara de la moneda de un recital a dos voces que tendrá lugar esta semana, en dos escenarios distintos.
A dos voces se llama el fruto de una casualidad. "Llevábamos unos cuantos años exiliados y un día nos encontramos en México Daniel y yo. Empezamos a hablar de nuestras vidas y descubrimos que 12 poemas míos tenían mucho que ver con 12 canciones suyas. Había grandes zonas comunes. Y le dije a Daniel que teníamos que hacer algo con esta casualidad", explica Benedetti, paseando su memoria por los últimos años setenta. Así nació un espectáculo que ha sido aplaudido en La Habana, Buenos Aires y Montevideo, y que ahora pone sus acordes en Madrid, con motivo, de los 30 años de la editorial Alfaguara. Las canciones y los poemas han variado, pero las zonas comunes siguen existiendo.Viglietti, cantautor uruguayo cuya última grabación, Esdrújulo, acaba de aparecer en España, explica los términos del recital: "Yo canto mis canciones y Mario recita sus poemas. Los versos y las canciones se entrelazan, pero cada uno de nosotros tiene su turno". Dos sillas y un par de vasos dé agua rellenan un escenario cargado de poesía, recuerdos y música.
Bibliotecas dobles
Benedetti y Viglietti, uruguayos y exiliados han padecido problemas comunes. Uno de los más graves es el drama de las bibliotecas y fonotecas dobles. "Tengo una cantidad impresionante de libros repetidos, especialmente de mi etapa de exiliado, porque no podía ir desde Madrid a' Montevideo a rescatarlos. Los tenía que volver a comprar", explica el autor de La tregua. Muchos de sus libros ya se han quedado para siempre en Madrid, aunque Benedetti haya fijado su residencia en Montevideo. Su apartamento del barrio de Prosperidad encierra tesoros que el escritor visita varios meses al año que empiezan Junto con la Feria del Libro y que se acaban cuando el sol hace caso omiso de la ciudad. Si Benedetti fijó su domicilio del exilio en Madrid, después de pasar dos años en Mallorca, fue por el clima seco de la ciudad. Su asma se lo agradece hasta hoy.
Ambos artistas, confirman que en sus actuaciones en Buenos Aires y Montevideo los jóvenes han sido protagonistas. "Nuestros recitales no han tenido hasta ahora un público espejo", asegura Viglietti. "Los jóvenes tienen la necesidad de recuperar la memoria para seguir creando porvenir", añade el compositor. Benedetti, que presentó este año sus Cuentos completos (editorial Alfaguara), ha sacado su propia conclusión: "Hay una vuelta de los jóvenes a la poesía y a la canción que dicen cosas. En la presentación de mis cuentos estaba lleno de jóvenes can dudas. Las respuestas no aparecen por arte de magia", señala. Benedetti, que ha detectado que unos 40 músicos desperdigados por el mundo han musicalizado algunos de sus poemas, leerá sus versos detrás de cada canción de Viglietti. Se abrazan. "Es una búsqueda común, cada uno con su instrumento", dicen los uruguayos.
A dos voces. Lunes 19. Teatro María Guerrero. 20 horas. Tamayo y Baus, 4. Viernes 23, a las 19.30 horas. Casa de América. Paseo de Recoletos, 1. Entre 1.000 y 2.200 pesetas. Venta de entradas: librerías Crisol.
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