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RELIGIÓN

Muere en Calabria una niña de dos meses tras ser sometida a un exorcismo

Ylenia Politano, una bebé de dos meses, ha fallecido en un pueblo de Calabria durante la ejecución de un rito de magia para sacarle del cuerpo al diablo. En relación con el hecho, han sido detenidos y acusados de homicidio agravado los padres de la criatura, Michele y Laura, de 23 y 20 años, respectivamente, así como un tío de éstos, que ofició el exorcismo, una tía y la abuela de la niña. Todos participaron en el rito. "No he sido yo, la ha matado el demonio", gritó la madre al entrar en comisaría. "Endemoniada, estaba. Por eso lloraba cuando la bañábamos con agua de Lourdes", sollozó el tío.Lloraron hasta los carabineros que detuvieron a la familia, después de que el tío citado, Vincenzo Fortini, de 41 años, depositara, de madrugada, el cadáver de la niña en el consultorio médico del pueblo. Y dicen que se conmovió también el juez que ordenó las detenciones, porque la muerte de Ylenia no es sólo una tragedia familiar imposible de asumir sin merma irreparable del propio equilibrio psíquico. Es, además, un drama social que pone inevitablemente en entredicho a las autoridades civiles y eclesiásticas de un país, Italia, en el que, según estadísticas fiables, un 10% de la población cree en el diablo, el 33% lo teme y hay unas 6.000 personas devotas de los ritos satánicos.

Polistema, núcleo polvoriento de unos 11.000 habitantes situado 73 kilómetros al norte de Reggio Calabria, es el escenario de esta versión rural y bárbara de La semilla del diablo. Dominan el pueblo y sus siete iglesias los Roario Sforza, una decadente familia ducal señora de generaciones de braceros y aparceros. Pero el Ayuntamiento ha sido de izquierdas desde hace años.

Romper el conjuro

A ese sector político pertenece Michele Politano, fontanero bien conocido por sus conciudadanos y por su párroco, quien le define como una persona esquiva, de pocos amigos, que asistía a misa regularmente. A complicar la vida de Michele había contribuio la muerte por cáncer de dos parientes. El último de ellos fue el padre de Laura, su esposa, y la convicción de ésta de que todo era un maleficio.Los Politano, que hablan vagamente de ruidos extraños y de descensos repentinos de la temperatura en su domicilio, llamaron hace dos años a una bruja de Roma, Yvette Duvall, que por 500.000 pesetas, estuvo 15 días con ellos. Afirman que ésta les aconsejó que tuvieran a Ylenia, para romper el conjuro.

Pero nació la niña y el miedo de Laura no pasaba. Se sentía siempre mal. Pensaba que el cáncer la corroería, como le sucedió a su padre. Concluyó que su hija estaba endemoniada, y que sólo vencería a Satanás si lograba echar al diablo de su cuerpo. Vincenzo Fortini se prestó a dirigir el exorcismo.

Fortini es panadero en un pueblo vecino a Roma que ya ha dado otras noticias de brujos y descubrió sus propias dotes porque aliviaba los males de su mujer, que es tía de los Politano y padece esclerosis. Entre baños milagrosos, golpes e insuflaciones practicadas con un embudo murió Ylenia.

"Todos deberían saber que sólo es exorcista el que es enviado como tal por el obispo", ha comentado Domenico Crusco, prelado de la diócesis de Oppido-Palmi, de la que Polistema forma parte. "Miseria, ignorancia pero este epílogo no me lo esperaba", ha dicho la bruja Duvall, de 53 años, que se define como "pranoterapeuta" y asegura que había advertido a Michele de que necesitaba tratamiento psiquiátrico. "No se trata de nada relacionado con el subdesarrollo o la incultura. Es sólo un episodio de delincuencia común" afirma tajante Elio Costa, fiscal de la Audiencia de Palmi que ha investigado el caso.

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