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El Vellón, sin solución

En 15 años no se ha encontrado un sistema hidráulico para llenar los abrevaderos del ganado

Vicente González Olaya

El Ayuntamiento de El Vellón (940 habitantes) y la Comunidad de Madrid intentan conjuntamente solucionar un problema: ¿Cómo transportar el agua de un pozo a un pilón para ganado, distante sólo 100 metros, si el nivel del pozo está más bajo que el abrevadero? El sistema de vasos comunicantes -por razones desconocidas- no funciona, no se pueden instalar motores eléctricos porque en el campo no hay enchufes y tampoco es factible la instalación de motores de gasóleo porque su mantenimiento sería muy caro. Tras probar diversas soluciones, al final, se ha colocado una bomba manual junto al pozo para que los ganaderos eleven el agua a mano y den de beber así a sus reses. Sin embargo, este sistema no convence a los vecinos porque "es lento y cansado", dicen. Muchos prefieren sacar el agua con cubos. Con la bomba, y a pleno rendimiento muscular, sólo cae al abrevadero un litro de agua cada 10 minutos. "Probaremos otra cosa, porque necesitamos una solución", dice el alcalde, Miguel Ángel González, del CDS.Hace 15 años, el Ayuntamiento perforó cuatro pozos en la finca comunal la Dehesa Boyal para dar de beber a unas 300 reses. A una distancia de 100 metros levantó el mismo número de abrevaderos. Teóricamente, cada pozo alimentaría a su respectivo pilón mediante un sistema de canalizaciones. Sin embargo, por causas ya olvidadas, la obra no fue terminada. Los pozos cayeron en desuso. "Nunca fueron utilizados, porque las vacas no pueden beber directamente de ellos", dice la concejal del PP, Mercedes Alonso.

Pasaron 15 años. En mayo, la Consejería de Economía decidió poner en marcha los pozos. La Comunidad gastó cuatro millones de pesetas en crear el sistema de canalizaciones que los uniera con los abrevaderos. Los técnicos consideraron que si enterraban a cinco metros las, tuberías habría caída suficiente para que el agua discurriese. Sin embargo, los cálculos no fueron correctos: no pasaba ni una gota. "Calcularon mal. Ese sistema no sirve porque es muy rudimentario", comenta González.En julio, los técnicos hallaron otra solución: enterrar a sólo 80 centímetros las tuberías y elevar el agua con una bomba manual. "Tampoco funcionó. Parece ilógico que no llegue el agua cuando todo está basado en un sistema de sifones. Creo que el agua no llega al abrevadero porque las cañerías deben tener algún impedimento". Accionando la bomba durante 10 minutos, al abrevadero (con una capacidad de 9.000 litros) sólo llega un litro de agua.

Mercedes Alonso asegura: "Esto es una chapuza. Es una auténtica tomadura de pelo". La edil añade: "Como el abrevadero tiene una profundidad de 90 centímetros y hay tan poca agua, los animales tienen que hacer grandes esfuerzos para mojarse la boca. Cualquier día se caen al pilón".

El alcalde reconoce que volverán a cambiar las tuberías "a diferente profundidad, porque lo de la bomba no funciona".

A la entrada de la finca la Comunidad ha instalado un gran cartel. En él se lee:"Dotación de infraestructuras e instalaciones ganaderas".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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