Fidel Ramos se declara orgulloso de ser el "baluarte de la hispanidad" en Asia

Fue la ceremonia del recuerdo. La primera visita oficial a España de un jefe de Estado de Filipinas dio pie a evocaciones nostálgicas de un pasado común que ambas partes intentan ahora resuscitar ofreciéndose mutuamente como plataforma de penetración española en Extremo Oriente y filipina en Europa.El más melancólico fue el presidente filipino, Fidel Ramos. Primero, durante su visita a la Agencia Española de Cooperación Internacional, recordó en inglés y en español que su hija Amelita había sido becaria de esa institución. Acabó después declarándose orgulloso de ser un "baluarte de la hispanidad" en la costa asiática del Pacífico.

Volvió a la carga durante la cena de gala que le ofreció el Rey en el Palacio Real. Este general de cuatro estrellas que fue elegido presidente en 1992 no habla de colonización española, sino de "siglos de interacción entre nuestros pueblos que han dejado una huella imborrable en nuestra cultura, en nuestra religión" "Somos la única nación cristiana en Asia", recalcó.

Por la tarde, en rueda prensa conjunta con Felipe González, Ramos expresó su satisfacción por el incremento de la cooperación económica.