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UNA REVOLUCION EN CRISIS

Robaina habla por primera vez con opositores cubanos

El ministro de Exteriores de Cuba "rompe una barrera" al reunirse con tres disidentes moderados en Madrid

El ministro de Exteriores de Cuba, Roberto Robaina, eligió Madrid para celebrar la primera cita del régimen con dirigentes de la oposición moderada. "No hemos abordado ningún programa, pero sí hemos roto una barrera. Hemos tratado de avanzar en el terreno que nos une porque ellos respetan a Cuba", comentó elministro. Sin embargo, organizaciones liberales, socialdemócratas y democristianas de la oposición con sede en España subrayaron "la incongruencia de entrevistarse con cubanos del exterior y no hacerlo con su propio exilio interior". Robaina reconoció ayer la mediación de España para propiciar sus encuentros con los opositores Ramón Cernuda, Alfredo Durán y Eloy Gutiérrez Menoyo.

En un encuentro con corresponsales de prensa extranjera, Robaina recordó que sus entrevistas con los tres opositores siguen un camino de diálogo trazado el pasado mes de abril cuando La Habana convocó una reunión con disidentes y representantes del exilio. Aquellas jornadas tuvieron como pretexto discutir aspectos de la emigración cubana.Los tres representantes de la oposición moderada que conversaron con el ministro de Relaciones Exteriores cubano coincidieron en resaltar que se trata de la primera ocasión en 35 años en que el Gobierno cubano se sienta a dialogar con opositores y, por tanto, acepta la existencia de una disidencia política legítima en el interior de Cuba. Ramón Cernuda comentó a este diario poco antes de entrevistarse ayer por la tarde con el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana: "En Robaina se aprecia una voluntad reformista, pero en la estructura de poder de Cuba hay distintas corrientes, algunas enfrentadas. Y por ahora parece prevalecer el inmovilismo y la inseguridad ante posibles cambios y las consecuencias que esos cambios puedan tener para el Gobierno cubano".

Ampliación del diálogo

Tanto Cernuda como Eloy Gutiérrez Menoyo y Alfredo Durán subrayaron la disposición del Gobierno cubano a mantener este diálogo con la oposición e incluso ampliarlo a otros grupos. De las entrevistas que mantuvieron por separado con el ministro cubano de Asuntos Exteriores sacaron la impresión de que en un breve plazo de tiempo Castro podría autorizar algunas reformas económicas, aunque no se atrevieron a precisar su alcance. Entre los tres representantes de la oposición parece existir un pacto de caballeros con el Gobierno cubano para no revelar los cambios concretos que en materia política y económica han empezado a discutir en Madrid.

A pesar de la indudable trascendencia histórica de las entrevistas de Robaina, la llamada Plataforma Democrática cubana, que agrupa a la Unión Liberal Cubana, a los socialdemócratas, a la Democracia Cristiana y al Comité Cubano pro Derechos Humanos, ha criticado lo que califica de "falso diálogo". "Los grupos comprometidos del. exilio", señalan en un comunicado, "que estamos dispuestos a un diálogo serio, honesto y de alto nivel con el Gobierno cubano apoyamos y nos solidarizamos con las condiciones que han propuesto los grupos internos disidentes de la isla". Estas exigencias se refieren a la amnistía política, la legalización de los grupos de derechos humanos en Cuba, la libre entrada y salida de cubanos y todo paso que conduzca al pluralismo político y a la democracia en Cuba.

Robaina advirtió ayer, en su encuentro con corresponsales de prensa extranjeros en España, que la figura de Fidel Castro al frente de Cuba es incuestionable. El canciller y antiguo secretario de las Juventudes Comunistas precisó que Castro puede estar dispuesto a sentarse en una mesa de negociación, pero que los cubanos no lo consentirían porque representa la dignidad de su pueblo.

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El encuentro del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba con algunos representantes moderados del exilio fue recibido con optimismo y alegría en círculos diplomáticos europeos de La Habana, pues se trata de la primera vez que un alto funcionario cubano se reúne con figuras conocidas del exilio como Eloy Gutiérrez Menoyo, quien pasó 22 años en una cárcel de la isla por luchar con las armas contra Fidel Castro.

La oposición de la isla

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención ha sido el encuentro de Roberto Robaina con Ramón Cernuda, quien representa en el exterior al grupo de Elizardo Sánchez, presidente del Comité pro Derechos Humanos y Reconciliación Nacional de Cuba y miembro de la corriente socialista. Elizardo Sánchez es el disidente cubano más conocido en el exterior.

Ningún grupo disidente cubano tiene más de 100 miembros ni es conocido por la mayoría de la población. Por ello, las autoridades cubanas siempre han rechazado cualquier contacto con Sánchez, alegando que no tiene representación. Por eso, algunos han interpretado este encuentro como el primer reconocimiento, aunque sea indirecto, de la oposición interna.

"Las autoridades cubanas lo que han hecho es reconocer la realidad, y eso nos alegra", manifestó ayer un diplomático europeo, que afirmó que la reunión de Madrid era "un primer paso importante, que conviene a todo el mundo, y en primer lugar al Gobierno cubano".

Los cubanos se enteraron de la noticia de la reunión de Madrid por la radio, si bien la gran mayoría de la población no conoce prácticamente a ninguno de los representantes del exilio con los que se reunió Robaina, con excepción de Eloy Gutiérrez Menoyo, uno de cuyos hermanos asaltó el palacio presidencial en 1957 y murió luchando contra la dictadura de Fulgencio Batista.

El encuentro de Roberto Robaina con exiliados en Madrid es una continuación de los contactos iniciados en abril del año pasado por el Gobierno con la comunidad cubana en el exterior, durante la conferencia llamada La nación y la emigración. Las autoridades de la isla manifestaron entonces que estaban dispuestas a mantener contactos con todos aquellos exiliados que estén contra el bloqueo y por el diálogo con el Gobierno de Fidel Castro, siempre que estén a favor de las vías pacíficas.

La cotidiana "fiebre de las balsas"

La crisis de los balseros ha comenzado a amainar a pesar de que cientos de personas siguen lanzándose al mar diariamente y de que en Cojimar y otras localidades del litoral norte de La Habana siguen construyéndose todo tipo de embarcaciones. No se trata sólo de que la salida de balsas hacia Estados Unidos haya disminuido en los últimos días, sino también de que la fiebre de las balsas ya es algo normal y cotidiano con lo que conviven los habitantes de La Habana.Desde su estallido, la crisis de las balsas se limitó a La Habana, Guantánamo y algunos pueblos de la costa norte de Cuba, y su efecto en el interior de la isla y los barrios más profundos de La Habana ha sido prácticamente nulo. Pero incluso en Cojimar, Santa Fe y Alamar la presencia de rústicas balsas en la playa con carteles de Se vende y Oigo proposiciones ya se han añadido al paisaje, como los vendedores de chalecos salvavidas, bengalas, remos y cámaras de tractor y camión a 15 y 20 dólares la unidad.

Sin embargo, el folclor que rodea a los balseros en Cojimar y en general en toda La Habana cobra un matiz diferente en el oriente de Cuba, donde está la base naval de Guantánamo. Para llegar por tierra a la ciudad de Guantanamo hay que pasar controles policiales. En el perímetro defensivo que rodea la base naval de Guantánamo, los militares cubanos han establecido un cerco de tres anillos para evitar que nadie penetre en la base por tierra. Según el jefe de las tropas cubanas en Guantánamo, el general Carlos Manuel Pérez, tales medidas tienen el objetivo de impedir que "ningún cubano irresponsable cree una confrontación entre EE UU y Cuba".

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