El rey de Tailandia indulta a una catalana condenada a cadena perpetua por narcotráfico
Bumibol Adulyade, rey de Tailandia, ha indultado a la barcelonesa Yolanda Ming Villaescusa, de 26 años, condenada a cadena perpetua en dicho país por narcotráfico. La joven emprendió ayer viaje de regreso a España y su llegada a Barcelona está prevista para esta tarde. Yolanda fue detenida el 27 de junio de 1989 en el aeropuerto de Bangkok con su novio, Agustín López Meroño, cuando intentaba sacar del país 2,200 kilos de heroína.Juan Manuel López Nadal, portavoz de la Embajada de España en Bangkok, declaró ayer a EL PAÍS que el indulto fue comunicado informalmente por las autoridades tailandesas al embajador español, Tomás Chávarri, cuando la semana pasada acudió a despedirse del rey tailandés por su jubilación. La notificación del perdón real se recibió el martes por la tarde en la Embajada.
El portavoz diplomático advirtió que dedicarse al tráfico de drogas, "aparte de los juicios morales y jurídicos que merezca, es muy peligroso en Tailandia, ya que las penas son muy severas". Sin embargo, aseguró: "Aunque las cárceles de este país son tristes, como todas, desde el punto de vista higiénico, sanitario, de alimentación y trato por parte de los funcionarios, son dignas y correctas".
Durante su visita oficial el pasado enero a Tailandia, el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, entregó al primer ministro tailandés., Chuan Leekpai, una carta de Felipe González en la que solicitaba clemencia para algunos presos encarcelados en el país, principalmente para Yolanda Ming, informa Efe.
Felicidad en Badalona
La madre de Yolanda, Maruja Villaescusa, explicó ayer en su domicilio de Badalona que el pasado martes recibió la última carta de su hija, fechada el 29 de mayo. En la misiva, relató, su hija le pedía "que le mandase ropa y calzado porque estaba muy animada e intuía que de un momento a otro iba a salir de la cárcel". En los últimos años el padre de la joven, Francisco Ming, taxista de profesión, ha viajado en nueve ocasiones a Tailandia para ver a su hija. Ming declaró ayer que su hija contribuirá a la lucha contra la droga cuando vuelva a España.La caída al precipicio de Yolanda comenzó 14 meses antes de su detención, cuando se fue a vivir con Agustín López Meroño y se enganchó a la droga. Ella tenía 21 años, y él 34. La joven se alejó de su familia, abandonó su trabajo como relaciones públicas en una sociedad especializada en regalos de empresa y perdió a sus amigos. En pocas semanas adelgazó 25 kilos.
El viaje a Tailandia y el intento de sacar la heroína no fue más que el episodio final de una historia de amor que empezó mal. Los padres de Yolanda, que viven en un modesto barrio, tienen otra hija mayor que Yolanda y dos hijos menores.
Los pequeños, Robert y Joel, sólo tenían siete y cinco años cuando su hermana fue detenida. Casi no se acuerdan de sus gestos, pero saben muy bien cómo es por sus cartas.
En este momento hay en las cárceles tailandesas 12 ciudadanos españoles, nueve hombres y tres mujeres, diez penados y dos preventivos, todos ellos acusados por narcotráfico. El convenio sobre cumplimiento de penas entre España y Tailandia obliga a que los condenados a cadena perpetua cumplan un mínimo de ocho años en las prisiones tailandesas y el resto en España. Para penas menores, el plazo es de cuatro años. Por ello se espera que tres presos sean trasladados a España antes de abril de 1995. Yolanda no ha tenido que cumplir este plazo al beneficiarse del indulto. El rey de Tailandia concedió en junio de 1993 otro indulto por razones humanitarias a Francisco Grau, de 71 años.
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