"Soy la prueba de que no puede irse quien quiera"
El escritor cubano Norberto Fuentes está acostado en su casa del edificio Riomar, muy cerca de la zona habanera de La Puntilla, desde donde estos días decenas de personas se han lanzado al estrecho de Florida en frágiles balsas con el propósito de llegar a Estados Unidos. Fuentes, de 51 años, también se quiere ir de su país pero, a diferencia de los balseros, tiene pasaporte y visado de entrada en Estados Unidos. Sin embargo, el autor de Hémingway en Cuba asegura que las autoridades cubanas no le dan el permiso de salida, y por eso hace 20 días se declaró en huelga de hambre."Yo soy el mentís más rotundo de que aquí no se deja salir a todo el mundo", dice Fuentes. "Aquí dicen que se puede ir todo el mundo, pero yo no tengo ninguna causa pendiente con la justicia y tengo todo legal para irme del país. Tengo visado de entrada para Estados Unidos, México y Costa Rica, y contratos de trabajo con diversas universidades e instituciones. Por ejemplo, a Estados Unidos estoy invitado por el presidente del Pen American Club y por el premio Pulitzer William Kennedy, que quieren que vaya a dar unas conferencias sobre Hemingway".
La invitación no es sólo para él, sino también para toda su familia: Niurka, su mujer, médica, y sus dos hijas pequeñas, de un matrimonio anterior. Pero Norberto Fuentes afirma que su deseo no es emigrar definitivamente. "No quiero emigrar, quiero irme cinco o seis meses, volver, salir, entrar. Y aunque quísiese emigrar, ése es mi derecho, que lo tiene cualquier ciudadano de cualquier país del mundo
Su decisión de irse de Cuba viene de hace cinco años, tras el juicio contra sus amigos el general de división de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Arnaldo Ochoa y el coronel del Ministerio del Interior, Toni de La Guardia, fusilados en agosto de 1989 tras ser condenados por operaciones de narcotráfico "Después de la causa número 1 me fue muy difícil aceptar la muerte de ellos. No sé si tuvo razón el Gobierno para fusilarlos es posible que hubiesen hecho todo el narcotráfico del mundo y es posible que hubiese muchas razones para fusilarlos. Pero yo no lo hubiese hecho. Un revolucionario es una persona que siempre hace cosas ilegales, y máxime el que dirige un departamento de operaciones encubiertas, que es lo que hacía Toni".
Según asegura, desde 1989 comenzó a tramitar su salida legal del país por medio del Ministerio de Cultura, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y otros organismos cubanos, pero sin frutos. "Tenía invitaciones del Pen American Club de la universidad Autónoma de México y de otros muchos sitios, pero nunca me daban el permiso de salida", afirma. "Así las cosas, en marzo de 1993 iba a recibir visita de una periodista del Washington Post en mi casa, pero las fuerzas de seguridad me rodearon la casa y me di cuenta que la situación era cada vez más hostil para mí. Entonces decidí quedarme tranquilo y preparar una salida ilegal". La noche del 10 de octubre de 1993 intentó salir de Cuba por Santa Fe en una balsa soviética de desembarco, con un motor Johnson de 40 caballos y un espejo de popa cubano, que es el que se rompió e hizo fracasar la operación. Estuvo 20 días en Villa Marista, las dependencias de la Seguridad del Estado, y salió libre sin cargos.
El sábado 16 de julio de 1994 logró ver a su antiguo amigo Gabriel García Márquez (premio Nobel de Literatura y amigo de Castro) y le pidió que le ayudase a salir de Cuba. Según Fuentes, García Márquez le dijo que habló con Fidel y que su problema se iba a resolver pero que siguiese haciendo los trámites legales. Sin embargo, el 3 de agosto, sin haber logrado nada, decidió declararse en huelga de hambre, "al comprobar que tres coches de la seguridad me chequeaban".
Fuentes está acostado en su ama y, después de 20 días en huelga de hambre, no tiene mal aspecto. Su mujer asegura que ólo bebe agua y toma alguna vitamina, y que en este tiempo ha bajado de 191 libras a 178 (unos 80 kilos). Algunos escritores que le conocen afirman que Norberto siempre fue un escritor oficialista y que "durante mucho tiempo vivió la gran vida gracias a sus amigos generales", y dicen que su actitud actual se debe sólo a que ahora ha caído en desgracia.
El reconoce que durante mucho tiempo fue un "escritor revolucionario", y cree que ésa es una de la causas por las que las autoridades le niegan la salida del país. "Hay un gran grado de obstinación conmigo. Yo fui el paladín de los escritores revolucionarios, y más que por lo que pueda saber del caso de Ochoa y Toni, lo que mas temen es el papel que yo pueda jugar sobre los intelectuales de izquierda desde el exterior". Fuentes asegura que un día, más adelante, escribirá lo que sabe de aquella Causa número 1, en la que se condenó a sus amigos, pero dice que no tiene tanta información confidencial, pues si no no estaría en la calle hablando con periodistas.
"Yo no sabía qué actividades hacían. Teníamos relaciones de socios. No eran sólo relaciones de joder, no nos dedicabamos sólo a la bohemia, aunque yo no soy funcionario y a mi me gusta joder. Eran un coronel y un general de las Far, y no nos pasábamos todo el tiempo hablando boberías, de si el vino está bueno o esa mujer tiene un culo grande. Hablábamos también sobre cosas serias, nos interesaba la política".
Norberto Fuentes piensa que ni Toni de La Guardia ni Ochoa estaban preparando un golpe de Estado en el momento de ser detenidos. "Es posible que se hubiese podido producir un golpe de Estado" señala no obstante, "pero eso era una realidad latente en una circunstancia como ésta. Puede que hubiesen previsto que en el futuro ellos podían haber hecho algo, aunque desde luego Toni no estaba en eso".
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