El Ayuntamiento defiende las insalubres chabolas que promovió junto al vertedero de basuras
La situación extrema en que se encuentran 54 familias gitanas en la Cañada Real Galiana (junto al vertedero de Valdemingómez, en el término de Rivas-Vaciamadrid) se agrava con la presencia frecuente de las ratas. La asociación Presencia Gitana calificó el viernes de virtual exterminio lo que está haciendo, el Ayuntamiento de Madrid con estas familias, trasladadas allí por decisión municipal en mayo. Hizo la denuncia en un acto en el que estuvo presente el escritor alemán Günter Grass. El concejal de Urbanismo del PP, José-Ignacio Echeverría, replicó ayer que no debe ser tan peligroso vivir al lado del vertedero de basuras de Madrid si allí hay chalés "que pueden valer 50 millones".
El escritor alemán había conocido en marzo pasado otro poblado de chabolas, Los Focos (San Blas), y resumió en una palabra su impresión: "Inadmisible". La asociación presidida por Manuel Martín Ramírez entregó a Günter Grass en El Escorial la edición que ha hecho de uno de sus libros, Discurso de la pérdida, con un epílogo cosecha de la asociación. En él se hace una referencia muy dura al asentamiento de la Cañada Real, situado junto al vertedero de basuras de Valdemingómez, precisamente por ser un lugar insalubre, "donde vertidos veneno sos de toda índole contaminan tierra, aire, agua y subsuelo".El concejal de Urbanismo de la capital, José María Echeverría, contestó ayer a la anda nada de Martín Ramírez. Echeverría indicó a la agencia Efe que Madrid es la ciudad española "donde se está haciendo un mayor esfuerzo económico" para solucionar los problemas de gitanos e inmigrantes en general. El edil añadió que el Ayuntamiento hace un esfuerzo para buscar una solución a las familias de la Cañada Real, si bien señaló que dicha solución se pospone a 1995. Hace tan sólo un par de meses, el mismo Echeverría indicó que este agosto ya serían trasladadas las familias instaladas en la cañada.
"Chalés de 50 millones"
El concejal del equipo de Gobierno municipal del PP considera que la Cañada Real no es tan peligrosa cuando "existen desde hace 20 años chalés allí, algunos de los cuales pueden valer 50 millones de pesetas".La falta de salubridad en el poblado promovido por el PP (sólo cuentan con dos fuentes públicas) ha provocado la muerte de 13 perros, y los pocos que quedan tienen sarna, enfermedad que se transmite fácilmente a los humanos. La cercanía del asentamiento al vertedero de escombros que tienen enfrente hace que las ratas acampen por todo el lugar. "`Al estar acostados suben por encima de nosotros", afirma una de las mujeres gitanas.
Desde hace menos de un mes disponen de alumbrado público provisional, lo que permite que puedan tomar como alimentos frescos los que entren en un pequeño frigorífico porque cualquier tomate o trozo de pan que quede fuera será comido enseguida por los bichos que campan por sus respetos. Hasta las serpientes han elegido como morada estas chabolas. El intenso calor de Madrid se deja sentir con toda su fuerza en este trigal, pero la lluvia y el viento no son deseados, sino que son temidos.
El viento se lleva las tablas y las uralitas de las chabolas y el agua empapa el suelo de tierra, como ocurrió la madrugada del sábado, cuando algunas personas prefirieron dormir en el exterior bajo la lluvia, ante el temor de que algún tablón les cayera encima.
Estas más de 300 personas llevan desde mayo esperando una solución, que les prometieron en varias ocasiones desde el Partido Popular como inmediata y que aún no se ha producido.
La mujer de uno de los patriarcas quedó aterrorizada cuando se enteró de las declaraciones de Ignacio Echeverría, concejal de, Urbanismo de Madrid, de que hasta 1995 no se encontrará una solución. "Entonces ya estaremos todos inuertos", afirmó la mujer. La rabia y la ira contra José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid, es generalizada y le exigen una solución, "porque aquí no se puede vivir".
La asociación Presencia Gitana dice en su epílogo al libro de Grass: "No es ninguna exageración, ni 'figura retórica, afirmar que en el Madrid de 1994 se ha pasado ya al tercer grado, a la política de exterminio, una especie de solución final como la que supusieron Auschwitz o Treblinka para medio millón de gitanos exterminados por el III Reich, y que el Ayuntamiento ha calificado curiosamente de solución ideal para estas gentes".
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