Carlos fue capturado mientras se sometía a una operación, segun la prensa francesa

La leyenda de Carlos sigue funcionando. Según el semanario The European, su presencia en Sudán se debía a que el "terrorista fue engañado por las autoridades sirias", que le prometieron que "iba a poder dar un último gran golpe", cuando en realidad " sólo querían desembarazarse de él" para poder "mejorar su imagen" ante la comunidad internacional. Al mismo tiempo que se reivindica desde Eslovenia su paso por la antigua Yugoslavia y en Yemen también recuerdan cuando lo tuvieron como huésped, la prensa francesa desvela que Carlos pudo ser detenido sin problemas en Jartum gracias a que acababa de ser operado de un testículo y, aún convaleciente, fue presa fácil.Esa versión de la aún muy confusa captura de Ilich Ramírez Sánchez ha sido parcialmente corroborada por el abogado Murad Oussedik, después de entrevistarse con el detenido, ya que ha hablado de "una encerrona" montada a partir de "una operación quirúrgica benigna".

La dimensión legendaria del terrorista también permite al diario francés Le Canard Enchainé descubrir que "durante el tiempo que estuvo refugiado en Yemen, agentes franceses intentaron asesinar a Carlos", pero no lo hicieron porque no estaban seguros de poder ocultar su paso y evitar a Francia las subsiguientes acciones de represalia.

En el terreno de los hechos, lo más importante es que la fiscalía ha ordenado la reapertura de dos asuntos del año 1983 y que en su momento quedaron cerrados por falta de pruebas. Se trata de la explosión del tren Le Capitol, un expreso que unía París y Toulouse, y de la bomba puesta en la estación de Saint Charles, en Marsella. Una decena de muertos y varias personas heridas son el balance de acciones que el juez Bruguière cree poder atribuir a Carlos, a través de los archivos de la Stasi.

Consideraciones políticas

Por su parte, el defensor Murad Oussedik, después de su encuentro de ayer con Carlos, ha afirmado que su cliente "no tiene nada que ver con el atentado de la calle Marbeuf" y que la "reapertura de los otros dos sumarios le ha hecho sonreír porque responde a razones circunstanciales, que obedecen más a consideraciones políticas que jurídicas, ya que no hay nuevos elementos". En cambio "Carlos nunca ha eludido sus responsabilidades sobre ese otro punto [el asesinato de dos agentes en la calle Toullier]".Por último Jacques Vergès, el abogado elegido por Carlos, ha respondido a los rumores procedentes de la extinta RDA que le hacen "miembro operacional de la banda de Carlos" y ha dicho que considera "un honor ser acusado por la Stasi", ya que "en los antiguos países del Este el abogado debía ser un servidor del Estado si no quería convertirse en cómplice del acusado. Para la Stasi, el abogado perfecto es el que defendió a Ceaucescu, que reclamaba la pena de muerte para su cliente".