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El último capricho de Karajan

Ella fue la última cantante descubierta por Karajan. Cantó una ópera bajo su dirección y grabó un disco con él antes de su muerte en 1989. Pese al impacto de esa breve relación, la soprano coreana Sumi Jo (Seúl, 1963) ha sabido sobreponerse a la pérdida del último dios de la música clásica con las ofertas de los teatros de ópera más importantes: la Scala de Milán, el Metropolitran de Nueva york, la Bastilla de París y la Opera de Viena. "Karajan siempre me decía que era la única chica que no le tenía miedo", dice.Sumi Jo se dio a conocer cuando en 1985 ganó el primer premio del Concurso Internacional de Canto Francesc Viñas, que se celebra en Barcelona. Entonces no se llamaba Sumi Jo, sino Soo-Kyong Jo, su nombre auténtico. "El concurso Viñas me abrió las puertas del mundo de la ópera y comprendí que nadie podría acordarse de mi con un nombre tan dificil", cuenta.

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Enfundada en un largo vestido rojo de pronunciado escote y largas aberturas laterales en la falda, Sumi Jo se mueve con gracia mientras ensaya la puesta en escena de la ópera El turco en Italia, que se estrenó anoche en el castillo de Peralada. Acata sumisa las indicaciones del ayudante del director de escena hasta que estalla en un súbito ataque de divismo. No acepta que tres jóvenes aspirantes a modelo estén a su lado. No es que sean más bellas que ella, pero sí son más altas. Sabe que, dada su escasa estatura si le ponen a chicas más altas al lado, el público no se fijará en ella.

Pero es difícil no fijarse en esta pequeña mujer cuando canta. Sus agudos, verdaderas acrobacias vocales, son de aquellos que encandilan al público. Y ella lo sabe. "Tengo una buena técnica y una gran facilidad para los agudos, y esto no es fácil de encontrar en el mundo de la ópera", dice. Sumi Jo asegura no haberse sentido nunca discriminada por ser oriental. "Antes a las sopranos orientales sólo se las contrataba para hacer de Cio-Cio-San en Madame Butterfly, pero yo he roto esta nefasta tradición. Y esto es bueno, porque soy una cantante de ópera como cualquier otra".

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