Escisión en la dirección del FIS argelino en el exilio
El Frente Islámico de Salvación (FIS) dispone ahora de un poderoso brazo armado, pero en su dirección en el exilio, se acaba de producir una importante escisión, señala un comunicado del principal movimiento político de oposición al régimen argelino recibido ayer en EL PAÍS. Anuar Hadam, jefe del grupo parlamentario en el exilio e interlocutor discreto de la Administración estadounidense, y Ahmed Zaui, catedrático residente en Bélgica, han abandonado el FIS "para trabajar en otro marco", añade el comunicado sin más precisiones.
A finales de la primavera fue creado el Ejército Islámico de Salvación (EIS) con el que el FIS intenta ostentar el monopolio de la lucha armada y ha llegado para ello a enfrentarse con los ultraradicales del Grupo Armado Islámico (GIA), responsable de los asesinatos de extranjeros en Argelia.El EIS, cuya reciente creación confirma el comunicado, es producto de la fusión de varias guerrillas -Movimiento del Estado Islámico, Movimiento Islámico Armado, etcétera-; está dirigido por el llamado -general Chebuti e implantado en el Este y en el Oeste de Argelia, pero es casi inexistente en la capital dónde predomina el GIA y otros subsisten grupúsculos que actúan por su cuenta.
El brazo armado del FIS ha marcado públicamente sus distancias con sus rivales del GIA, en octavillas y panfletos, que desmienten que los dirigentes históricos del FIS encarcelados, Abassi Madani y Ali Belhadj, respalden a los islamistas ultraradicales; proclaman su lealtad a la dirección política del Frente; instan a todos los grupos armados a unirse bajo la autoridad del FIS; y, por último, condena los atentados contra extranjeros.
Recuperar protagonismo
Con esta fusión, que fue revelada por el diario saudí As Chark Al Ausat, Madani y Belhadj intentan, al parecer, recuperar cierto protagonismo sobre el terreno para, llegado el caso, negociar en mejores condiciones con el presidente argelino, Liamin Zerual. La unificación ha originado, sin embargo, aparentemente, algunas deserciones en las filas del FIS cuyos dos principales responsables en la clandestinidad, Abderrezaj Redjam y Mohamed Said, se habrían pasado al GIA. Hadam y Zaui pueden haber seguido el mismo camino.No está claro si la rivalidad dialéctica entre EIS y GIA ha degenerado en enfrentamientos armados y ajustes de cuenta entre ambos movimientos o si las fuerzas de seguridad argelinas aprovechan esta situación para meter zizaña entre sus adversarios imputando a una facción islamista los asesinatos de los que es víctima el otro bando.
La prensa argelina-presentó a Said Majlufi, jefe del Movimiento del Estado Islámico, un grupo relativamente pequeño ahora integrado en el EIS, como el, delator de Yaafar el Afgani, dirigente del GIA, y sus nueve lugartenientes, eliminados en febrero por las fuerzas de seguridad.
Ahora las autoridades argelinas imputan a Majlufi el asesinato de otro responsable del GIA, Abdelkader Hattab, su mujer y nueve de sus hombres cuyos cadáveres fueron descubiertos el domingo en una gruta. La alegría con la que la prensa argelina, sometida a la censura, celebra estos enfrentamientos entre islamistas inducen a sospechar que el Ejército argelino está interesado en echar leña al fuego.
La rivalidad entre el brazo armado del FIS y los ultraviolentos del GIA tiene otra consecuencia. Algunos observadores creen que los islamistas más radicales se esfuerzan por darse una apariencia de mayor respetabilidad. De ahí que el GIA busque, acaso, una salida para dejar de matar a extranjeros. A través del embajador de Yemen en Argel, al que tuvo secuestrado el mes pasado, ha propuesto dejar de asesinar a extranjeros si su líder, Abdelhak Layada, condenado a muerte, es puesto en libertad.
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