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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Polideportivo de La Elipa

Soy un usuario habitual de las instalaciones del polideportivo de La Elipa, que gestiona el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Madrid.Durante el periodo del año en que no están abiertas al público las piscinas hay una gran parte del recinto que está abierta al tráfico y aparcamiento de vehículos en forma gratuita y no vigilada; hay, sin embargo, una zona vedada al tráfico mediante una barrera, es el camino asfaltado que sube a las pistas de tenis y campos de fútbol. Es una empinada cuesta, y arriba de la misma hay una zona que puede utilizarse como aparcamiento.

Hace más de dos años se instaló dicha barrera, y el argumento que se nos dio a quienes protestábamos era el riesgo que corrían los peatones en esa zona. Extremando este razonamiento, deberían prohibir la circulación en todo el amplio recinto, y así evitarían cualquier atropello...

Pero, con la apertura de las piscinas, el recinto se convierte en un enorme aparcamiento en el que, previo pago de 200 pesetas a cambio de un billete que reza: "Visita de las instalaciones", se franquea la primera barrera y se puede aparcar en una amplia zona sin vigilancia especial y sin ninguna protección del sol (los únicos lugares techados de aparcamiento están reservados para empleados de las instalaciones, aunque son tantos que no les cabe el coche a todos).

Hasta el 17 de julio no había visto yo la segunda barrera, la del camino del tenis, levantada, y todo el camino (y no sólo la explanada de arriba como pretendemos los jugadores invernales de tenis) lleno de vehículos. Preguntados algunos empleados, me informaron de que se había abierto porque el aparcamiento habitual estaba completo. Está visto que el negocio es el negocio, y ante esa premisa los peligros del camino desaparecen.

Espero que no ocurra ningún accidente en esa zona, y que la experiencia estival sirva para que la barrera quede siempre levantada y se adecue arriba una zona de aparcamiento.-

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