Larga nocturna del sábado

La noche del sábado fue larga en Las Ventas. Duró la novillada dos horas y 25 minutos. Los novilleros pusieron de su parte el conocimiento y la torería que atesoran, y aunque el festejo no fue muy brillante resultó entretenido. Misterios de la noche y la tauromaquia.Julio Campano en su primer novillo pasó fatigas a la hora de matar, a un marrajillo con tendencia a huir camino de la dehesa. La res no fue bien úicada, era difícil darla el puyazo y no fue cómodo meterla en vereda. Estuvo dispuesto y le birló con prestancia alguna tanda de redondos.

En el cuarto Campano realizó una faena de muleta templada y bien construída. El novillo, noble e inválido, fue a caer en buenas manos y dió un juego que en principio parecía inverosímil. El novillero de las Navas del Marqués le dió la distancia, citó bien y a media altura tiró con suavidad. Tiene su personalidad el joven Campano y sabe andarle a los bureles con torería.

Juan Luis Fraile está aún verde, lo que evidenció en el sobrero. No pudo con el genio, del novillo ni con sus propias dudas. Pero en el segundo se pudieron apreciar sus buenas maneras y su gusto a la hora de correr la mano. Codilleó en los remates, pero dibujó cambios de mano y ayudados salpicados de arte.

Carlos Rondero manejó bien el capote y con la muleta toreó con reposo y limpieza. Pero también está verderón para el examen de la cátreda venteña. Sus faenas fueron interminables y abusó de colocarse fuera de cacho, no hubo acoplamiento aunque si voluntad y estimable temple. Alguna tanda de naturales fue prometedora, pues las dio con empaque.

Mención de honor a Joselito Calderón, que hizo gala de su torería y puntual colocación. Cuando el sobrero hizo hilo en banderillas, su capotillo estuvo al quite para el compañero perseguido.