Todos los boniteros del Cantábrico deciden poner fin al bloqueo de los puertos del norte

Todas las federaciones representantes de los pescadores de bonito del Cantábrico decidieron ayer poner fin al bloqueo de los principales puertos comerciales del norte y volver a hacerse a la mar para retomar la costera del bonito. Después de haber conseguido colapsar durante dos días el tráfico de mercancías y pasajeros en Hendaia (Francia), Hondarribia, Bermeo, Pasaia, Bilbao, Santander y Gijón, los pescadores han optado por volver a faenar, dándose por satisfechos con las nuevas garantías ofrecidas por Madrid: seguimiento más estricto del cumplimiento de la normativa comunitaria que limita a 2,5 kilómetros la red a utilizar por los pescadores de bonito, mayor presencia -en número y en poder- de los inspectores comunitarios y, sobre todo, un reforzamiento en el control de las importaciones de túnidos de Francia.

La flota de bajura del Cantábrico levantó ayer escalonadamente el bloqueo y, en su mayor parte, optó por salir a faenar para aprovechar lo que resta de la campaña del bonito. La decisión de suspender el cierre de los puertos se ha producido en un momento en el que la situación de la actividad comercial portuaria empezaba a ser comprometedora con casi un centenar de mercantes inmovilizados, sin poder acceder o abandonar los puertos, y miles de pasajeros de los ferrys que unen Santanter y Bilbao con la costa inglesa afectados, informa José Luis Barbería. Los guipuzcoanos, los más reacios a levantar el bloqueo, no decidieron hasta última hora de la tarde volver a faenar. En un comunicado de la cofradía de pescadores de Guipúzcoa, hecho público durante la asamblea, se anunciaba el propósito de salir a la mar, sin que esto implique "bajar la guardia". "Seremos especialmente vigilantes con los compromisos institucionales", se afirmaba.Esteban Olaizola, presidente de la cofradía de Hondarribia, aseguró que los arrantzales (pescadores) guipuzcoanos no están dispuestos a permitir la entrada de bonito francés -el pasado año España importó 9.000 toneladas de atún procedente de Francia por valor de 2.000 millones de pesetas-. "Levantamos el bloqueo porque no queremos ser manzana de discordia, pero lo que seguimos exigiendo es que se les prohíba pescar con esas artes dentro de las 200 millas españolas y que no se comercialice en España pescado capturado con pelágicas", indicó. "Si no es así, dentro de 15 días volveremos a tener enfrentamientos en la mar", subrayó.

Levantado el bloqueo, las actividades portuarias se reanudaron a un ritmo frenético para dar entrada y salida a los barcos atrapados en el conflicto y acelerar las labores de carga y descarga. Los barcos pesqueros asturianos y gallegos que bloqueaban el puerto del Musel, en Gijón (Asturias), fueron los primeros en hacerse ayer a la mar tras decidir en asamblea por unanimidad de poner la protesta, informa Javier Cuartas. José Antonio Ruiz, patrón de la cofradía de pescadores de Gijón, definió el levantamiento del bloqueo de los puertos como "un margen de confianza" al Gobierno español.

En Santander, de las ocho cofradías presentes en la asamblea, que se prolongó durante cinco horas y media, cuatro votaron a favor de mantener el bloqueo a los puertos: Santoña y Laredo, por Cantabria, y las dos guipuzcoanas, Guetaria y Orio, cuyos 50 barcos se concentraron en Santander y no en sus puertos para poder cerrar por completo el paso al ferry francés Val de Loire, a fin de lograr una repercusión europea del conflicto, informa Jesús Delgado.

Otras cuatro cofradías se mostraron partidarias de la vuelta a la normalidad en los puertos: Colindres, Santander, Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera, pero adoptando medidas de presión contra el bonito procedente de Francia, tanto en la frontera como en tierra.

El Gobierno valoró positivamente el desbloqueo de los puertos. El ministro portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló: "Hay que felicitarse por el desbloqueo de los puertos; es una buena noticia para los pescadores y para el conjunto de los españoles también". Ante el chorreo de criticas que la oposición, incluidos los nacionalistas, lanzaron al Ejecutivo por la gestión de la crisis del bonito, el ministro dijo: "El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer, y ha defendido firmemente las posiciones de nuestros pescadores ante la Comisión Europea".