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La otra cara del capitalismo

La previsible quiebra de la financiera MMM puede desatar una crisis en Rusia

La posible quiebra de la misteriosa sociedad anónima MMM, que para el ruso de la calle encarna la esperanza del enriquecimiento instantáneo, puede provocar una crisis política de gran envergadura en Rusia. Los dirigentes de la sociedad, que tiene cerca de 10 millones de accionistas, amenaza con formar un partido político, o incluso con aprobar un voto de censura al actual régimen a través de un plebiscito.La situación es tan grave, que ayer el Gobierno dedicó una hora de su reunión matutina a discutir el problema del MMM y llegó a la conclusión de que la quiebra de esta sociedad anónima es inminente, MMM no es propietaria de empresas ni está registrada como una firma de brokers, por lo que su cotización de acciones es ilegal, según las conclusiones del Ministerio de Finanzas, del Comité Antimonopolio y de la Policía Fiscal. Serguéi Almázov, jefe de esta última institución, afirma que los dirigentes de MMM ya han convertido en dólares una gran parte de los fondos de los accionistas y los han enviado al extranjero.

Pero la quiebra de MMM puede tener consecuencias imprevisibles para el propio Gobierno. Serguéi Mavrodi, presidente de la sociedad anónima, ha acusado a las autoridades de orquestar una campaña de infundios para hundir a la empresa. A pesar de ello, Mavrodi ha prometido que MMM no cesará sus operaciones y ha amenazado al Gobierno con convocar a un plebiscito para defender los intereses de la empresa y de sus accionistas. "Para convocar un referéndum, según la ley, un millón de ciudadanos deben exigirlo. Pues bien, MMM tiene actualmente 10 millones de accionistas. Pero como todos ellos poseen familia, la situación de MMM afecta en realidad los intereses de 40 o 50 millones de personas", declaró amenazante Mavrodi.

Mientras tanto, en la carretera de Varsovia, frente a las oficinas de MMM donde la sociedad compra acciones a los ciudadanos, se ha formado una cola de miles de personas que desean vender sus valores, y el tráfico está colapsado por la gran cantidad de autos que llegan al sitio. En el césped hay gente durmiendo, después de pasarse dos días en la cola sin resultado visible. Voluntarios hacen listas de los que desean entrar en la oficina, mientras los policías mantienen un relativo orden.

El solar que se encuentra a la izquierda de la citada oficina se ha convertido en una bolsa de valores espontánea, donde numerosas personas juegan a hacer dinero fácil comprando acciones a bajo precio para venderlas más caras después. Los accionistas de MMM son gente que se ha acostumbrado a duplicar su dinero cada mes. El alza de las acciones durante los tres últimos meses ha sido de un 100% mensual. Y los que compraron acciones en enero, cuando costaban 1.500 rublos, a mediados de este mes las podían vender a 120.000.

Según pudo comprobar este corresponsal, 17.000 personas se habían inscrito en la mañana de ayer con el fin de poder entrar en la única oficina que MMM mantiene abierta para comprar acciones a la población de acuerdo con su propia cotización, que el martes era de 134.000 rublos por acción. Sólo unas 150 personas lo consiguieron el lunes.

Beneficios y riesgos

Los cerca de 40 rusos entrevistados por EL PAÍS en la cola habían comprado sus acciones antes del 14 de junio. Y si tomamos en cuenta que en esa fecha una acción costaba 62.000 rublos y que en la bolsa espontánea surgida en la calle frente a MMM uno podía vender ayer a 95.000 rublos cada acción, la ganancia ya supondría un 50% en un mes. Sin embargo, la mayoría de la gente despreciaba esa ganancia, ya grande en cualquiera parte del mundo, y prefería esperar en la cola a pesar del gran riesgo que supone. "La reforma económica ha educado a millones de personas con mentalidad de parásito", comentaba Serguéi, un profesor de matemáticas que desde que comenzó la crisis de MMM se ha dedicado a jugar a la compraventa de acciones.El Ministerio de Finanzas no reguló a su debido tiempo el mercado de valores y actualmente hay una serie de sociedades anónimas -Telemarket o Hermes-Finance, por citar sólo a dos- que han seguido el dudoso ejemplo de MMM y de su héroe televisivo, Liona Golutikov, emitiendo millones de acciones sin respaldo alguno. "Esto constituye una creciente amenaza social", opina Andréi Koshevárov, del Comité Antimonopolio, que culpa al citado ministerio del "posible escándalo financiero y social". El Gobierno, alarmado, ha decidido preparar con urgencia una disposición para regular la emisión, venta y compra de valores.

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