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Los jueces de Manos Limpias ordenan el registro de locales comerciales de Berlusconi en Milán

Las fuerzas de seguridad italianas efectuaron ayer mi minucioso registro de unas oficinas de Fininvest, el grupo empresarial del presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, situadas en Segrate, en las afueras de Milán, y en las que se llevan precisamente las cuestiones fiscales del grupo. La iniciativa se enmarca en el contexto de una gran redada ordenada por la magistratura de Milán contra empresarios y ejecutivos presuntamente implicados en la corrupción de agentes de la Guardia, di Finanza, la policía fiscal italiana, para obtener tratos de favor.

En dicho contexto, se intentaron ayer 20 detenciones. Entre otros, la policía italiana buscaba al director de los servicios fiscales del grupo Fininvest, Salvatore Sciascia, y a su asistente, Gianmarco Rizzi. Ninguno de los dos pudo ser localizado, al parecer por encontrarse fuera durante el fin de semana.Pero el número de órdenes de captura ya dictadas por los jueces de Manos Limpias -que resultaron vencedores morales en el conflicto desatado la semana pasada por el decreto ley regulador de la prisión preventiva- es, al parecer, mayor, e incluye al menos unos 80 posibles arrestos. Debido al secreto sobre los nombres de los implicados mientras la operación estuviera en curso, ayer se ignoraba todavía el alcance de estas actuaciones, que parecen afectar muy de cerca al presidente del Gobierno.

Como se recordará, la semana pasada los proppios dirigentes de la Liga Norte, aliados de Berlusconi en el Gobierno, sugirieron que la aprobación urgente de un decreto ley por el que se excluía de la cárcel a los presuntos, reos de delitos de corrupción y concusión podía ser una maniobra defensiva frente a un desarrollo judicial de este tipo.

Lo que sí es seguro es que la investigación sobre la corrupción de la policía fiscal italiana, por la que importantes empresarios habrían logrado en años pasados mantener sus libros de contabilidad, al abrigo de preguntas incómodas y de inspectores indiscretos, ha tenido ya resultados espectaculares y dramáticos. Comenzando por el suicidio, en las últimas semanas, de al menos tres agentes y oficiales del cuerpo, algunos de los cuales, según han informado posteriormente los magistrados de Milán, ni siquiera figuraban en el registro de los indagados.

Entre los empresarios ya detenidos, precisamente el día en que el Gobierno publicó el polémico decreto, figuran Alberto Falk, el industrial siderúrgico más importante de Italia; Felice Vitali, consejero delegado de Gemina, la financiera a través de la cual el presidente de Fiat, Giovanni Agnelli, controla el periódico Il Corriere della Sera, a su vez principal accionista del diario español El Mundo, y altos cargos de multinacionales como Kodak.

Por otra parte, las investigaciones sobre corrupción produjeron ayer noticias destacadas también en Sicilia, donde fue detenida la plana mayor de la política en la anterior legislatura bajo la acusación de haberse lucrado sus miembros con comisiones generadas por la administración sanitaria de la provincia.

Entre los detenidos figuran el ex ministro de Defensa, Salvo Andó, socialista, previamente investigado por haber tenido presuntas relaciones con la Mafia; el ex presidente de la región Rino Nicolosi, democristiano, y el también democristiano Nino Drago, ex jefe de la corriente andreottiana en Catania.

Por otra investigación fue detenido el presidente de la fábrica de helicópteros Augusta, que ya estaba bajo inspección por una venta de aparatos a Bélgica de la que presuntamente se derivaron comisiones ilegales para el Partido Socialista.

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