Un tribunal francés impone una indemnizacion excepcional al pesquero apresado por la Armada

Un tribunal correcional francés ha impuesto una excepcional indemnización, además de la habitual multa, al pesquero español Francisco y Begoña, apresado el miércoles por la Armada francesa y acusado de llevar en una bodega falsa 30 kilos de pescado de tamaño inferior al permitido por las normas comunitarias. El patrón ha sido sancionado a abonar un total de 580.000 francos (casi 14 millones de pesetas), que se desglosan en la habitual multa

(150.000 francos) y en 430.000 francos de indemnización. El cónsul de España en París comentó anoche en Lorient que es la sanción "más fuerte que recuerda". El armador subrayó su convicción de que se trata de "una represalia" por La Gabrielle.El Tribunal Correccional de la localidad bretona de Lorient interrumpió ayer las vacaciones judiciales para dictar sentencia sobre el Francisco y Begoña. Su patrón, Jon Ander Salabarrieta, ya se enfrentó hace dos años a un juez francés por capturar pescado de talla inferior a lo permitido. En aquella ocasión fue condenado a pagar una multa de 200.000 francos.

Lo excepcional, en esta ocasión, es la indemnización, de 430.000 francos por daños y perjuicios, que se repartirá entre dos asociaciones civiles francesas -la Asociación Nacional de Organizaciones de Productores y la Organización de Pescadores de Bretaña- y el Comité Regional de Pesca Marítima. Los cónsules españoles en Brest, Louis Khun, y en París, Luis de la Torre, coincidieron en calificar de "gravísima" la sanción. Ambos apuntaron que poco se puede hacer porque se trata de una decisión judicial. El armador subrayó su convicción de que ésta es la forma que tiene Francia de cobrar por anticipado los daños por La Gabrielle.

El abogado de la acusación civil, Christian Bocquet, pidió que se impusiera al capitán del pesquero apresado por la Armada francesa una indemnización de un millón de francos. Argumentó su acusación al afirmar que los miembros de la tripulación del pesquero español "son asesinos de los recursos, saqueadores que hacen naufragar la profesión de marino".

La primera reacción del armador del Francisco y Begoña, Pedro Burgoa, fue asegurar que no tenía tanto dinero y que los franceses podían quedarse con el barco. Calificó la sentencia de "enorme injusticia" y "clara represalia por La Gabrielle".

Este es el quinto apresamiento' de un barco español que se produce este año por parte de la Armada francesa. .Sin embargo, la coincidencia de fechas con el conflicto de la volantera La Gabrielle hace que los armadores califiquen el hecho de "rabieta". Los pescadores, además, consideran desmedidos los medios del apresamiento -una fragata con 150 hombres- frente a lo que se le puede imputar al pesquero español: Ilevar a bordo dos cajas de pescado" con un total de 30 kilos como captura, dice Kiko Marín, presidente de la Asociación de Armadores Goldaketa de Ondárroa.

El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, afirmó anoche en Rabat (Marruecos) que el problema surgido tras el apresamiento del pesquero por la Armada francesa "prácticamente está resuelto", informa Efe. Horas antes, en Madrid, Solana había pedido "calina y tener la cabeza fría" tanto a los pescadores españoles como al Gobierno francés.

El conflicto pesquero acumuló, durante el día, declaraciones de los partidos políticos. El Partido Popular acusó al Gobierno "de hablar por boca del Gobierno francés, en lugar de defender los intereses españoles ante Europa". El secretario general del partido, Francisco Álvarez Cascos, dijo que el Gobierno tiene un peso "casi nulo" a la hora de enfrentarse a conflictos de este tipo.

Mañana los pescadores del Cantábrico están convocados a una asamblea en Santander. Hasta entonces, la flota bonitera sigue amarrada y soportando graves pérdidas.