Remendar la red

El consejo de administración de la Red de Paradores procederá hoy, a propuesta del ministro de Comercio y Turismo, al nombramiento de Eduardo Moreno como presidente ejecutivo. Moreno sustituye al hasta ahora presidente de Paradores, Ignacio Fuejo, y a su consejero-delegado, Ramón Yáñez, reuniendo en su persona ambos cargos. Este cambio precede a una profunda reestructuración de la empresa que ha de definir su futuro. ¿Qué paradores se privatizarán?, ¿cuánto dinero tienen que ganar?, ¿cual es su función?.Antes de fin de mes, según fuentes del Ministerio de Turismo, se hará público el plan estratégico ultimado en mayo por la consultora Arthur Andersen. Sus pautas generales inciden sobre todo en la segmentación de los 86 establecimientos por líneas de negocio, algo que ya se había empezado a hacer en los últimos tiempos. De esta forma, los paradores se dividirán en monumentales, de ciudad, de naturaleza, de playa y de carretera. Esta segmentación marcaría también un cambio en la política comercial.

En cuanto a la estructura financiera, el plan estratégico sugiere la necesidad de reducir el capital, ya que la Red de Paradores se constituyó como sociedad anónima en enero de 1991 con un activo de 15.889 millones de pesetas en el que, según fuentes de Paradores, "se mete todo, hasta el mobiliario y las tuberías de los edificios. Ese activo desorbitado hace que cualquier análisis de rentabilidad carezca de sentido".

La Dirección General de Patrimonio del Estado, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, es el único accionista de esta sociedad y, al mismo tiempo, dueño de los edificios en los que se ubican los paradores, muchos de ellos, como es bien sabido, declarados monumento histórico-artístico. El Ministerio de Economía y Hacienda cede dichos edificios, como instrumento de política turística, a la Secretaría General de Turismo (SGT), quien debe marcar la estrategia de la red.

Todos estos antecedentes hacen que sea bastante complicado un desarrollo estrictamente empresarial de la sociedad. En palabras del hasta ahora presidente de Paradores, Ignacio Fuejo, "nos han exigido unos resultados empresariales mientras nos marcaban líneas de actuación por razones políticas. Eso es pedir un imposible". El ministro de Turismo, Javier Gómez-Navarro, ha repetido que "la Red de Paradores es una sociedad anónima que tiene que ganar mucho más dinero del que gana", aunque también ha señalado que "hay que definir el papel de los paradores como instrumento público en el ámbito de la promoción del turismo".

En la relación de dependencia entre Paradores y la SGT (que, en su nueva estructura, sigue tutelando la red) se inscribe el pago de un canon por utilización de los edificios. Dicho canon ha sido una fuente de conflicto, ya que mientras Paradores ha pagado por primera vez este año 400 millones de pesetas -acompañados de una lista urgente de actuaciones en los propios edificios-, la SGT pretendía que fueran 1.500 millones de pesetas.

El plan estratégico aborda también la nueva estructura de personal cuyo crecimiento es, para Gómez-Navarro, "una de nuestras preocupaciones". Actualmente, la relación entre trabajadores fijos y temporales es de dos tercios a favor de los primeros.

A este panorama general tendrá que hacer frente el nuevo presidente ejecutivo, Eduardo Moreno, cuyo paso por Renfe se caracterizó, entre otros aspectos, por la firmeza en sus actuaciones. Asimismo, deberá abordar uno de los anuncios más sonados de cuantos ha realizado el ministro de Turismo: la privatización de parte de la red, concretada por Gómez-Navarro en "menos de una quincena".

Mientras en Paradores consideran que es absurdo privatizar ciertos establecimientos, tanto de playa como de ciudad, que "nos están inyectando liquidez. Lógicamente, las empresas privadas estarían encantadas de que cayeran en sus manos", Javier Gómez-Navarro opina que "no tiene sentido la presencia del Estado en paradores modernos y de playa. Hay que privatizarlos".