El Reino Unido prohíbe el uso de óvulos de fetos contra la infertilidad

La polémica ha quedado zanjada en el Reino Unido. Colin Campbell, presidente del máximo organismo competente en la materia, Human Fertilisation and Embryoloy Authority (HFEA), anunció ayer en Londres su decisión de prohibir la utilización de tejido ovular procedente de fetos para el tratamiento de mujeres infértiles.

El HFEA ha realizado un largo informe, recogiendo más de 10.000 opiniones entre asociaciones de vecinos, enfermeras, médicos, y toda clase de grupos sociales en el Reino Unido, para documentar su decisión. De acuerdo con el doctor Colin Campbell, las razones para prohibir el uso de esta técnica, utilizada en experimentos por médicos de la universidad de Edimburgo el pasado invierno, hay que buscarlas en los problemas que para el futuro ser humano pueden plantearse ante tan oscuros orígenes.

El presidente de la HFEA explicó que en el momento del nacimiento los ovarios de una niña portan cerca de dos millones de óvulos, de los cuales no queda ninguno en el momento de la menopausia. En su opinión hasta que no se comprenda este proceso, no se debe autorizar el uso de dichas células.

Este organismo gubernamental considera, sin embargo, aceptable el uso de óvulos procedentes de donantes vivos. Mientras se muestra cauteloso en el caso del uso de tejido ovular procedente de cadáveres. "Aunque, en principio, no hay ninguna objección para ello, no somos partidarios", añadio Campbell.

Para la asociación que supervisa todos los tratamientos realizados en clínicas de fertilización en el Reino Unido, las mayores objeciones al uso de óvulos procedentes de cadáveres, se sitúan en el plano sanitario. Consideran que deberían someterse a un periodo de cuarentena cautelar, como sucede actualmente con el esperma congelado.

La decisión de la HFEA se enmarca en una nueva fase de cautela oficial ante los problemas nuevos que están creando las revolucionarias técnicas de fertilización in vitro.