Los socialistas europeos amenazan con 'castigar' a Santer en la Eurocámara

Jacques Santer aún no está libre de sobresaltos parlamentarios. El candidato designado por los Doce para sustituir a Jacques Delors al frente, de la Comisión Europea presentará mañana sus cartas credenciales ante el Parlamento Europeo, que escuchará su programa de presidencia y después procederá a una primera votación, que no pasará de ser un juicio político no vinculante. Los verdaderos poderes de la Eurocámara no emergerán hasta diciembre, cuando voten al colegio de comisarios en pleno.

Pero Santer no está encontrando un camino fácil. Los socialistas europeos quedaron muy desilusionados del encuentro que mantuvieron con el candidato en la tarde del martes y ayer amenazaban con abstenerse en la votación. Diputados franceses, belgas, holandeses y también algunos españoles son los más proclives a romper la disciplina partidaria en beneficio de la abstención, mientras los nueve diputados españoles del Grupo de Izquierdas y algunos laboristas británicos hablaban de votar no, estos últimos, en parte por oposición al candidato y en parte porrazones de política interna, para poner en aprietos al primer ministro, John Major, después de que vetara al belga Jean-Luc Dehaene para acabar admitiendo a Jacques Santer. La representación española del Grupo Socialista se ha desmarcado de estos movimientos, asegurando que la orientación oficial del partido es el voto afirmativo.Izquierda Unida no ha decidido oficialmente su voto, aunque diputados de este grupo señalan que será casi con seguridad negativo, porque entienden que el método de elección no ha sido el correcto, la persona elegida no ofrece tampoco la talla suficiente para dirigir la Comisión con independencia, y porque "nosotros represen tamos un programa de izquierdas y Santer no". A estas razones se une el descontento que en las formaciones minoritarias ha desencadenado el encuentro de Santer con socialistas y populares, en un gesto que el diputado radical italiano Marco Pannella calificó de "grotesco".

Pero la credibilidad de estas amenazas está bajo cero, tras la masiva votación afirmativa en apoyo de la adhesión de Austria, Filandia, Suecia y Noruega, después de amenazar durante meses con el veto. Más información en la página 12