El fiscal pide cinco años de prisión para el intermediario del 'petromocho'

El francés Maurice Jean Lauze, promotor de la instalación en Asturias de un fantasmagórico complejo petroquímico, caso conocido como petromocho, fue juzgado ayer en Oviedo por falsedad en documento público y tentativa de estafa. Lauze "juró por Dios y por la Biblia" la veracidad de su versión y la autenticidad de cuantos documentos aportó al Gobierno de Asturias como presunto intermediario de una inversión saudí por un importe de 360.000 millones. La existencia del proyecto fue desmentida por el Saudi International Bank, en cuyo nombre decía actuar Lauze. A juicio de las acusaciones públicas y privadas, que solicitaron para el procesado penas de cinco y ocho años de cárcel, respectivamente, los documentos esgrimidos por Lauze son "falsos de toda falsedad" y los auténticos son irrelevantes.

Por el contrario, la defensa solicitó la absolución y reclamó la presunción de inocencia para su patrocinado, por considerar que no ha sido probada la falsificación de los documentos, y que éstos, en todo caso, son meras fotocopias. La defensa esgrimió además que la documentación entregada por Lauze a las autoridades asturianas no fue oficialmente registrada y que fue conservada en todo momento por el entonces consejero de Industria, Víctor Zapico.

La defensa subrayó el testimonio de un representante de la Embajada saudí en España, Enrique Gutiérrez de Terán, según el cual un ex funcionario de la misma, Alfonso Lázaro Núñez, se responsabilizó de la autoría de los documentos que avalaban supuestamente a Lauze y cuya autenticidad fue desmentida por la Embajada. A raíz de este testimonio, la acusación particular, ejercida por IU de Asturias, ha pedido que se abra un procedimiento contra Lázaro.