Una nueva intervención quirúrgica a Mitterrand causa alarma en Francia
François Mitterrand dio ayer un nuevo susto a los franceses. El presidente, de 77 años, se sometió a una nueva intervención quirúrgica en la próstata, afectada por un proceso canceroso: la segunda operación en dos años. Las alarmas se dispararon en todas las sedes políticas ante la posibilidad de un adelantamiento forzoso de las elecciones presidenciales previstas para finales de abril de 1995. Pero el veterano dirigente parece dispuesto a marcharse del Elíseo por su propio pie. Según los médicos, la operación fue un éxito y, salvo complicaciones, el paciente podrá dejar el hospital el próximo fin de semana.
La operación causó sorpresa y alarma, pero estaba prevista desde finales de junio. El primer ministro, Edouard Balladur, fue advertido con una semana de antelación, y se hizo un traspaso de poderes ordenado. Balladur sustituirá a Mitterrand en la presidencia del consejo de ministros de mañana miércoles, con un orden del día que el inquilino del Elíseo dejó listo antes de ingresar en el hospital Cochin de París. El siguiente consejo, el último antes de vacaciones, puede contar ya con la presencia de Mitterrand, si su recuperación marcha como esperan los médicos. Se tratará, en cualquier caso, de una presencia simbólica ya que el jefe del Estado necesitará tiempo para restablecerse. La convalecencia durará unos dos meses, según un portavoz del hospital. Danielle Mitterrand, su esposa, fue también operada con éxito, la semana pasada, para resolver un problema cardiovascular.La intervención del presidente se efectuó por vía endoscópica, para resolver una retención en las vías vesico-uretrales, según un comunicado emitido por el palacio del Elíseo. Ésta consistió en la extracción de pequeños fragmentos de la próstata que obstruían la uretra (canal urinario). El presidente, al que no pocos llaman le Roi (el rey) o simplemente Dieu (Dios), dueño y señor de la política francesa desde 1981, ya fue intervenido en septiembre de 1992. En aquella ocasión, Mitterrand volvió al trabajo cinco días después.
Proceso canceroso
Un miembro del equipo presidencial, que prefirió no ser citado, declaró ayer a la cadena de televisión TF-1 que el proceso canceroso de la próstata de Mitterrand evolucionaba "bien" y estaba "bajo control". "Hay buenos tratamientos para este tipo de enfermedad. Todo indica que al presidente le queda aún mucha vida por delante", afirmó.Lo que quieren saber los políticos franceses, y la ciudadanía, es si Mitterrand pasará sin mayores sobresaltos los próximos nueve meses. A partir de entonces, cuando haya cedido el Elíseo a un nuevo inquilino, su salud dejará de ser una cuestión de Estado. Pero, mientras tanto, su aspecto es escrutado con la mayor atención, y los partes médicos mensuales se estudian cuidadosamente.
En estos momentos, los candidatos a la presidencia (Edouard Balladur, Jacques Chirac, Valéry Giscard d'Estaing y posiblemente Jacques Delors y Raymond Barre) calientan motores y procuran no hacer ostensible su ambición. Abril aún queda lejos, y una precampaña de casi un año parece excesiva a todo el mundo. Una desaparición prematura de Mitterrand crearía una situación de imprevisible desenlace: el presidente del Senado, René Monory, ocuparía la presidencia interina y se convocarían unas elecciones urgentes que pillarían muy a contrapié al primer ministro: el jefe del Gobierno no puede dimitir en situación de emergencia, y Balladur se vería atrapado, por tanto, entre las obligaciones de su cargo y la campaña presidencial.
El gaullismo guarda muy mal recuerdo de la muerte por enfermedad de Georges Pompidou, en 1974: el partido del genera Charles de Gaulle se dividió acabó entregando la presidencia Giscard d'Estaing, el gran rival en el frente conservador. Luego llegaron los dos mandatos de Mitterrand y, hasta hoy, los gaullistas no han vuelto a poner pie en el Elíseo.
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