Estados Unidos asegura que "está cerca" el final del régimen golpista haitiano
El Gobierno norteamericano considera que el fin del régimen militar haitiano "está cerca", pero sigue insistiendo en la esperanza de que los golpistas abandonen voluntariamente el poder. En declaraciones a la cadena de televisión CNN, el secretario de Estado adjunto Strobe Talbott aseguró el sábado que su Gobierno "no puede esperar eternamente" a que se vayan los militares que derrocaron al presidente electo Jean-Bertrand Aristide.
En la misma emisión, sin embargo, Talbott expresó la esperanza de que las presiones económicas internacionales acaben por obligar al general Raoul Cédras a abandonar el poder en Puerto Príncipe. El alto responsable norteamericano mantuvo la habitual política de ambigüedad calculada de su Administración al negarse a pesar de todo a descartar la opción militar, a la vez que aseguraba que ninguna decisión había sido tomada todavía al respecto.Mientras se llega a una salida prosigue la guerra psicológica de Washington con los golpistas. El viernes, dos aviones norteamericanos sobrevolaron el territorio haitiano para emitir en frecuencia radiofónica un mensaje de Aristide a su pueblo, en el que anunciaba que "pronto" volvería y prometía "democracia y reconciliación".
Las palabras de Aristide, sin embargo, quedaron ahogadas al emitirse por la frecuencia de una emisora religiosa de FM que en ese momento ofrecía música ligera. Las ondas de Radio Democracia tampoco llegaron en la onda media, según manifestaron los haitianos que intentaron escuchar a su presidente. Por lo demás, la mayor parte de la gente a la que iba destinado el mensaje de Aristide ignoraba el plan de trasmitir las palabras del exiliado líder.
Por otra parte, en la base norteamericana de Guantánamo, en la isla de Cuba, unos 500 haitianos han recibido el permiso de asilo político en Estados Unidos, donde se desplazarán en tres grupos antes de finales del mes, según informan fuentes oficiales. La mayor parte de ellos habían sido rescatados en alta mar por guardacostas norteamericanos tras abandonar su país en pequeñas embarcaciones.
