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Anguita alega que él ataca a la burguesía catalana y no a Cataluña

"Yo hago lectura de clases sociales. Hablo de la burguesía catalana y no de Cataluña. Considero un ardite que pongan verde a la burguesía de Andalucía, y si la insultan yo no me doy por insultado, hasta aplaudo. Porque yo sólo estoy en alianza con los obreros de Cataluña, del País Vasco, Valencia o Galicia. Y quienes sufren en Ruanda son mis hermanos". Con estas palabras, Julio Anguita replicó ayer en Santander, durante una tregua en su reunión con militantes comunistas de Cantabria, a su socio político en Cataluña, Rafael Ribó.

Ribó declaró ayer en este periódico que las palabras de Anguita sobre los nacionalistas catalanes, a quienes les calificó como lo peor de España, le habían recordado las posturas más reaccionarias de la historia sobre la concepción plurinacional de España.

Anguita arremetió ayer nuevamente contra Felipe González y advirtió que Izquierda Unida se adelantó, hace tiempo, a la patronal, que ahora se une al PP para exigir que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza o convoque elecciones anticipadas. "Fuimos los primeros en pedir que se fuera, no a Europa, sino a su casa. Chez lui. Ya que no dimite, debe explicar ante el Parlamento su programa y las fuerzas políticas que le apoyan estarán obligadas a decir sí. Sólo así la democracia saldrá ganando y el Gobierno también. Y es que el PSOE tiene la enorme responsabilidad de dar la cara".

Votar "contra quien sea"

Refiriéndose al pacto de Izquierda Unida con el PP en Andalucía, advirtió: "Vamos a votar con quien proponga cosas que favorezcan a nuestros trabajadores, con quien sea y contra quien sea".Al hablar de los signos de recuperación de la economía, el líder de Izquierda Unida considera irrelevante el incremento del PIB. "El crecimiento de la economía", añadió, "es hoy simplemente humo, una maniobra de dispersión porque los problemas profundos no se resuelven".

Como "más de lo mismo" calificó Anguita el nuevo plan de convergencia del Gobierno, en el que renuncia a conseguir para 1996 los objetivos del 3% del déficit público y del 60% de deuda pública previstos en el Tratado de Maastricht a fin de llegar a crear un millón de puestos de trabajo. Y añadió: "Se trata de lanzar ideas a través de los medios de comunicación para embotar los sentidos. Según algunos economistas, hace falta un crecimiento mínimo del 2,5% de la economía para crear empleo, pero eso en situaciones normales. ¿De dónde van a recortar?", se preguntó, "para reducir el déficit del Estado".

"El señor González ha tenido coro en los medios económicos, en brillantes universidades, entre los intelectuales, en una parte de la banca y de los grandes intereses especulativos. Esto explica sus ataduras como gobernante", concluyó Anguita.

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