_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Llamarse

Vicente Molina Foix

Mis amigos han tenido un niño, y no dudaron. Mis amigos son personas de buena educación y temperamento artístico. La madre tenía uno pensado y el padre otro, pero al fin no dudaron: le dieron a su niño el nombre de Agamenón. (De finalista quedó Polifemo. Nombres que barajaron en ,los meses del embarazo: Neptuno, Páris, José-Antinoo; este último, fa vorito de las abuelas, fue descartado por sus posibles descarríos falangistas). Me dirán que por qué no un poco de helenismo en nuestras vidas, ahora que van quitando de los estudios el griego, el francés y hasta la disciplina de la filosofía. Dispongo, por mi parte, de un amigo llamado Aquí les, y vive más tranquilo que una tortuga. Pero en las noches del verano me despierto sudando y pienso en ese niño en la incubadora: Agamenón López Penalva. ¿Así toda la vida? Antiguamente, la Iglesia no permitía caprichos. Otros amigos míos de la nueva ola quisieron ponerle a su niña Marienbad; el cura, que tenia un pasado en los cineclubes, llegó con ellos a un compromiso que la niña, hoy adulta y enfermera de profesión, aún arrastra: Remedios-Marienbad. Era el tiempo en que el subtítulo en los nombres ocultaba la imposible versión original. Ahora el Estado da más libertad que, según ley natural, llevamos al libertinaje. Lo de mi Agamenón es retorcido, sí, pero yo voy al parque y sólo oigo un grito a las madres: ¡Nerea!, ¡Tania!, ¡Jara!, ¡Vanesa!, ¡Christian! Y me cuentan que padres. que ambicionan lo mejor para sus hijos en la política y las letras están ya empezando a bautizar así: María-Umbral, Urbano-Sexto (en chicas), Carmenalborch (¡todo junto!). ¿Dónde están las Nieves de antaño, las Juanas, los Matías, los Antonios?

Los obispos hablan mucho del nasciturus. A mí me inquieta más que el moriturus viva con la condena de un nombre de risa o de moda que los padres, para distraerse jugando al rol, le pongan una tarde aburrida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_