"Ya no me hace falta la pistola"
Yasir Arafat, de casi 66 años, ha dejado de ser un palestino errante. Ayer regresó a casa. Poco antes, tras su vuelta tumultuosa a la franja de Gaza y a la ciudad de Jericó (Cisjordania), concedió esta entrevista a la revista Time en la que se muestra dispuesto a luchar por los problemas cotidianos de su pueblo y se queja de las escasas ayudas económicas recibidas, pese a la multitud de promesas.Pregunta. ¿Qué es lo que más preocupa a la gente que ha visto en Gaza y Jericó?
Respuesta. Los problemas económicos. Gaza ha alcanzado la línea roja del hambre. Tenemos que empezar desde cero. Tenemos muchas promesas de ayuda económica, pero muy pocas se han cumplido.
P. Le han prometido más de 2.000 millones de dólares [unos 254.000 millones de pesetas] para los próximos cinco años. ¿Esperan los donantes que usted ponga en marcha un sistema de contabilidad?
R.Los donantes supervisarán los proyectos, no yo. Las empresas de los países donantes serán las responsables de los proyectos.
P. ¿Cuáles son sus prioridades?
R. Empezar a reconstruir las infraestructuras. El agua de las alcantarillas se filtra y se mezcla con la que bebe la gente. También necesitamos escuelas, septiembre se acerca.
P. ¿Cuánto cree que se tardará en lograr un acuerdo para la ampliación de la autoriomía palestina en Cisjordania?
R. En breve plazo.
P. También se creyó que se tardaría poco en alcanzar un acuerdo sobre Gaza y Jericó. ¿Por qué cree que se irá más rápido en la segunda fase?
R. Por las lecciones que hemos aprendido en la primera. Y porque antes nadie esperaba que la toma de poder palestina pudiera ser tan serena.
P. ¿Convocará elecciones para un Parlamento palestino?
R. Deben ser este año.
P. ¿Por qué?
R. No quiero seguira delante sin un mandato expreso de mi pueblo.
P. ¿Está realmente comprometido con la democracia?
R. Sí. No olvide que mis compañeros y yo establecimos la democracia más difícil del mundo, una democracia en la selva de las armas.
P. ¿Cómo es su relación con Isaac Rabin?
R. Estamos en contacto por teléfono, por carta y personalmente.
P. ¿Siente que ambos son aliados contra el extremismo?
R. Somos más que eso. Somos aliados en el proceso de paz. Uno de nosotros no puede triunfar si el otro fracasa.
P. Hay gente sorprendida de que la OLP y el grupo islámico Hamás no estén luchando entre sí en Gaza.
R. Yo no; conozco a mi pueblo.
P. ¿Por eso ya nunca lleva su pistola?
R. Ya no me hace falta la pistola, estoy entre mi gente.
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