Respuesta integrista a la ayuda internacional

La oleada de atentados contra los extranjeros en Argelia ha rebrotado con fuerza en los últimos días y se ha saldado con 14 muertos en poco menos de una semana (siete ciudadanos de países del Esté de Europa y siete marinos ita-lianos). Esta es la respuesta inmediata que el movimiento integrista da a la cooperación que la comunidad internacional está ofreciendo al Gobierno argelino, una ayuda que culminó el pasado mes de abril con la firma de los acuerdos entre Argelia y el Fondo Monetario Internacional (FMI).Esos acuerdos suponen para Argelia un balón de oxígeno económico, pero al mismo tiempo un respaldo a su gestión política abierta en enero de 1992, cuando se interrumpieron las elecciones legislativas, se ilegalizó al Frente Islámico de Salvación (FIS) y se inició una dura represión contra el fundamentalismo radical.

Los pactos con el FMI han canalizado hacia la república magrebí una ayuda de más de 1.000 millones de dólares (unos 130.000 millones de pesetas), a los que se suman el reescalonamiento de una deuda exterior de 29.000 millones de dólares durante cinco años.

Todo ello permitirá al Gobierno hacer realidad un ambicioso proyecto: avanzar en el campo de las reformas económicas, liberalizar definitivamente el comercio y abandonar los antiguos esquemas socializantes para iniciar a continuación un segundo programa de reformas políticas.

En plena lógica integrista, las comunidades extranjeras más implicadas en este proceso y sobre las que recae más directamente la oleada de vio lencia son la francesa, considerada como la punta de lanza de la cooperación económica y política con el régimen; la rusa, que ha colabora do estrechamente con el Ejército argelino, y la italiana, que se ha convertido en los últimos meses en un socio privilegiado de Argelia.