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John Major amenaza con volver a usar el veto británico

Después de un fin de semana de reconciliación y sintonía con los líderes de los cuatro países europeos participantes en la cumbre del 9-7 en Nápoles, el primer ministro británico, John Major, se descolgó a última hora del domingo con unas declaraciones nuevamente inquietantes en torno al espinoso tema de la sucesión de Jacques Delors al frente de la Comisión Europea. En una conferencia de prensa celebrada con periodistas británicos antes de abandonar Nápoles, Major recalcó: "Si fuera necesario no dudaría en volver a usar el veto en interés de nuestro país o en el de la UE". Resulta dificil averiguar si tal amenaza tiene otro objeto que hacer las delicias de los euroescépticos tories, ahora en total sintonía con él.En Nápoles, sin embargo, Major y el canciller de Alemania, Helmut Kohl, parecían haber llegado a un acuerdo sobre la presidencia de la Comisión. Las condiciones de Major para dar el sí a un sucesor de Delors las explicó él mismo. Se trata de dar con alguien "más partidario del mercado libre que del proteccionismo, que esté a favor de la ampliación y del desarrollo del concepto de la subsidiaridad, y que no sea un ideólogo".Nuevos escándalos 'tories'Al margen de la crisis de la UE, Major se enfrenta a nuevos escándalos en el seno del Partido Conservador tras su regreso de Nápoles. Dos parlamentarios tories, Graham Riddick y David Tredinnick, fueron relevados ayer de sus puestos como secretarios parlamentarios adscritos a dos ministerios en una fulminante reacción del primer ministro para atajar las críticas levantadas por una denuncia aparecida en The Sunday Times el pasado domingo.

Según el semanario, ambos diputados conservadores cobraban cantidades de aproximadamente 1.000 libras esterlinas (unas 200.000 pesetas) por hacer preguntas parlamentarias en la Cámara de los Comunes destinadas a satisfacer la curiosidad interesada de determinadas empresas.

Ambos diputados tories han negado las acusaciones. De hecho, muchos de los parlamentarios británicos reciben miles de. libras esterlinas al año por ingresos adicionales como consultores industriales o de negocios.

El escándalo, que ya investiga la Cámara de los Comunes, ha estallado apenas 48 horas después de que el diario londinense The Times anunciara que Jeffrey Archer, escritor, millonario y antiguo vicepresidente del Partido Conservador, es objeto de una investigación por parte del Ministerio de Industria ante presuntas alegaciones de haber comprado acciones de una televisión regional -donde su esposa desempeña un cargo no ejecutivo- haciendo uso de información confidencial.

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