Kohl busca el consenso de la UE para sustituir a Delors por Santer
La presidencia alemana de la Unión Europea (UE) convocó ayer, por fin, una cumbre extraordinaria de los 12 jefes de Estado y de Gobierno para el próximo viernes en Bruselas, al estar a punto de encontrar un consenso entre sus socios para designar al presidente de la Comisión Europea que sustituirá, a partir de enero, al francés Jacques Delors. El canciller alemán, Helmut Kohl, ha puesto sobre el tapete el nombre del primer ministro de Luxemburgo, el socialcristiano Jacques Santer, de 57 años, según fuentes diplomáticas.
"Creo que el Consejo se convoca porque estamos en la vía del consenso", declaró, al enterarse de la invitación cursada por Kohl, el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana. "Siempre he sido optimista respecto a la posibildad de alcanzar el consenso el día 15, y hoy lo soy un poco más", añadió.Preguntado por el supuesto apoyo de Kohl a la candidatura de Santer, Solana contestó: "No hay todavía una figura que emerja con el consenso necesario para salir elegida". Recordó, no obstante, que el aspirante luxemburgués cumple dos supuestos requisitos que debe tener el sucesor de Delors: ser democristiano y ciudadano de un país pequeño.
"A mi me parece bien", contestó cauteloso el presidente Felipe González a una pregunta similar, "pero no quiero pronunciarme porque todavía no hay una posición adoptada". "No tengo la seguridad de que pueda ser esa la postura definitiva y trabajo por el consenso".
España no será, sin embargo, el país que le ponga el veto al aspirante luxemburgués. El Gobierno, prosiguió Solana, no tiene "nada en contra de Santer, más bien al contrario". Colaboradores del ministro preveían que a causa de su perfil bajo el jefe del Gobierno de Luxemburgo apenas suscitaría reservas en las capitales, pero tampoco grandes entusiasmos.
El primer ministro británico, John Major, que ayer amenazó con vetar de nuevo a un candidato que no fuese de su agrado, podría tener ciertos reparos contra un Santer demasiado europeísta pero, se espera en Bonn, difícilmente se atreverá a bloquear dee nuevo la tome de una decisión como ya lo hizo en Corfú (Grecia) el 25 de junio.
Algunos otros Gobiernos entre los que figura el español: lamentan de antemano sotto voce que un peso ligero pueda encabezar la Comisión Europea cuando se avecina una importante negociación sobre la reforma institucional, pero es probable que tampoco impidan su acceso a la presidencia, aseguran fuentes de la Administración española.
Otro luxemburgués, el liberat Gaston Thorn, recuerdan las mismas fuentes, dirigió la Comisión de 1981 a 1984, justo antes de que lo hiciese Delors, y no fue nada flexible en la primera fase de la negociación de adhesión de España.
Modesto papel
La llegada de Santer a la cabeza de la Comisión en las circunstancias actuales significaría, al decir de fuentes de la propia institución, acotarla a un modesto papel frente a los Estados miembros en un momento decisivo como es la celebración de la Conferencia Intergubernamental de 1996, que debe revisar el Tratado de Maastricht.
El canciller alemán aprovechó el pasado fin de semana la cumbre de la líderes de los siete países más industrializados (G-7) para sondear a los jefes de las delegaciones de Francia, Reino Unido e Italia sobre la candidatura de Santer, cuyos portavoces declararon ayer que estaba disponible para el cargo.
Al presidente francés, François Mitterrand, le agrada el luxemburgués porque es francófono y tratará de evitar que la lengua inglesa desplace al francés en las instituciones comunitarias. Ayer, la cancillería alemana dió otro paso al iniciar los contactos con sus demás socios europeos con vistas a sacar adelante al luxemburgués.
Los resultados de las consultas llevadas a cabo en Nápoles por Kohl debieron ser lo suficientemente alentadores como para que enviase ayer a los Doce una carta convocando la cumbre del viernes, que empezará a las 16.30 y concluirá, en principio, a las 20.30. Cada delegación estará compuesta por tan sólo cuatro personas.
Además de la herencia de Delors, Kohl ha incluido otros dos temas en la agenda de la minicumbre: La situación en la ex Yugoslavia y los resultados de la reunión del G-7 de los que informará el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Los colaboradores de Solana lamentaban también ayer que Berlusconi no se haya animado a presentar a un italiano para suceder a Delors, al ex primer ministro socialista Giuliano Amato, que goza de muchas simpatías en España.
Todas las fuentes consultadas descartan que otro de los nombres de posibles aspirantes al puesto -el ex primer ministro danés Poul Schlüter- barajados por la prensa europea de ayer pueda suceder a Delors.
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