El Gobierno plantea medidas fiscales de ayuda a las empresas
El Gobierno propondrá hoy a los representantes de Convergencia i Unió, en la primera reunión formal de discusión del proyecto de presupuestos para 1995, distintas medidas de carácter fiscal entre las que destacan la eliminación de la doble imposición de dividendos, la exigencia de que las sociedades transparentes tributen por el impuesto de sociedades y que las empresas españolas puedan deducir de sus impuestos los pagados por filiales en el exterior.
El Gobierno y el PSOE mantendrán hoy la primera reunión de trabajo con los representantes de CiU para tratar de alcanzar un acuerdo básico en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1995. El lunes de la semana pasada, el ministro de Economía, Pedro Solbes, se reunió con Jordi Pujol en Barcelona para establecer las grandes líneas de discusión. A la reunión de hoy asistirán Pedro Solbes y Alfredo Pérez Rubalcaba por el Gobierno, y Joaquín Almunia y Txiki Benegas lo harán por el PSOE. La representación socialista tiene la misma composición que la del pasado ejercicio, primero en el que se consensuaron los presupuestos del Estado, aunque en lugar de Carlos Solchaga, entonces presidente del grupo parlamentario socialista, acude Joaquín Almunia, que le ha sustituido en ese puesto.El departamento de Pedro Solbes ha preparado un proyecto de presupuesto "continuista respecto al actual, es decir muy restrictivo" en cuanto a gastos, como señalaba el ministro recientemente. Pero, al tiempo, va a proponer importantes modificaciones fiscales para promover la actividad productiva de las empresas. La primera de las medidas que se quiere decidir es la supresión de la doble imposición de los dividendos.
Hasta ahora los dividendos, como beneficios obtenidos por una empresa, están sujetos al pago del 35% por el impuesto de sociedades, pero como renta percibida por personas físicas también están gravados en el IRPF, existiendo una deducción en la cuota del 10% de dichos dividendos. La propuesta que se va a llevar es que se considere que el 35% ya pagado por las empresas es un pago a cuenta de los perceptores finales de los dividendos.
Una segunda cuestión que el Gobierno va a plantear es que las sociedades transparentes, que hasta ahora no pagan impuestos y todos los beneficios obtenidos por ellas se imputan a los socios -quienes sí deben pagar sus impuestos-, lo hagan como cualquier sociedad, es decir que tributen al 35%. A la hora de la liquidación del impuesto por parte de los socios de estas sociedades transparentes, el pago del impuesto de sociedades también se considerará un pago a cuenta.
El objetivo de esta medida es doble. Por un lado, controlar que, efectivamente, los beneficios obtenidos por sociedades transparentes pagan los ¡mpuestos correspondientes y, por otro, que las sociedades instrumentales filiales de sociedades no residentes también lo hagan, algo que en la actualidad se escapa muy a menudo. Esto es así porque muchas de estas instrumentales, meras empresas de tenencia de bienes, están domiciliadas en paraísos fiscales o en países de muy baja fiscalidad. Al someter al impuesto a las empresas españolas al menos se conseguirá el pago de una parte del impuesto.
La tercera propuesta a discutir es la eliminación de la doble. imposición que soportan actualmente las empresas españolas que tienen filiales en el exterior. Se trata de establecer que las empresas españolas puedan deducir los impuestos pagados en el extranjero por sus filiales y subfiliales. De esta forma se mejorará la competitividad de las empresas respecto a las extranjeras al tener que soportar menores cargas impositivas.
Estas medidas irán unidas a la adecuación de la tarifa del IRPF a la inflación y la mayor baja de las retenciones a cuenta para reducir el volumen de devoluciones que hay cada año.
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