100.000 graduados se han apuntado al paro en el ultimo año
Ocho nuevos titulados universitarios dan su visión sobre el problema del desempleo
Unos 113.000 estudiantes salen de la Universidad este año con un flamante título en su bolsillo. El sueño de ser un titulado se ha cumplido. Pero la amenaza está ahí, a la vuelta de la esquina: el paro. "De momento, somos optimistas", dice Miguel Ángel, licenciado en biología. "Pero la gente se empieza a desesperar al cabo de unos meses". Miguel Ángel, Ana, Antonio, Olga, Natividad, Carmen y Mónica ya han empezado a buscarse la vida. El año pasado¡ más de 100.000 nuevos graduados incrementaron las cifras del desempleo. Muchos jóvenes correrán ahora la misma suerte. Y lo saben.
Carmen Cotillo y Olga López acaban este año la carrera técnica de Arquitectura, a la que ellas mismas siguen llamando aparejadores. Ambas tienen 26 años. "De todas las mujeres que conocemos que terminaron nuestra carrera el año pasado sólo ha encontrado trabajo una", cuentan. "El nuestro es un trabajo que se hace a pie de obra, y las empresas no quieren contratar a mujeres para hacer este tipo de trabajo, aunque nos guste y estemos tan bien preparadas como cualquier chico".Las mujeres que han realizado estudios universitarios sufren más las consecuencias del paro que los hombres. Un ejemplo: en una de las áreas en que el número de mujeres es similar al de hombres, la de ciencias jurídicas y sociales, hay 51.700 titulados varones en el paro; el de graduadas paradas es el doble: 109.700,
De los casi 550.000 parados que, hay actualmente en España que llevan un título universitario bajo el brazo, 225.700 han estudiado una carrera técnica superior, según se recoge en la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de este año. De estos parados, 149.200 han realizado estudios de primer ciclo -diplomaturas-, 168.100 de segundo ciclo -licenciaturas-, 2.300 el doctorado y 3.500 otro tipo de estudios postsecundarios.
Los 'masters'
"¿Un master? Los masters sólo merecen la pena si tienes muy claro en qué quieres trabajar", opina Mónica, que tiene 22 años y se licencia este mes en Ciencias Empresariales. "Ahora ya no es como hace unos años, que tener un master te garantizaba encontrar un empleo". Entre los parados, 6.200 han realizado algún tipo de master u otros estudios de posgrado. En cambio, el año pasado eran sólo 2.800.
Antonio Martínez Mansilla es un recién licenciado en Derecho. Su carrera es una de las más castigadas por el paro. El motivo no es nuevo: la masificación. "Tienes que hacer algo para conocer gente, hacer contactos; si no, es imposible encontrar nada", dice Antonio. Él se va a especializar en Derecho Internacional y durante la carrera ha coordinado los dos congresos que se han realizado en España sobre este tema.
Antonio cree que la gente tiene que mentalizarse de que durante la carrera "ya tienen que empezar a moverse, a buscar por donde sea algún tipo de formación práctica para que luego no se te caiga el mundo encima". Mónica es casi una excepción: ya tiene trabajo en una empresa de análisis de mercados financieros. "Lo encontré un poco por casualidad, a través de un conocido", cuenta. "Me apetecía quedarme en la facultad haciendo el doctorado, pero tal y como están las cosas lo acepté".
Esta licenciada dice que, aunque su carrera tiene muchas salidas, "las cosas están fatal para encontrar un trabajo". "Lo importante es hacer cosas que te distingan de lo que ha hecho la mayoría", añade. "Yo hubiera buscado una beca en alguna empresa o un contrato en prácticas, que es lo que te da la experiencia práctica que no tienes".
Miguel Ángel González Manzanas, Ana de Lara y Natividad Solana son precisamente un claro ejemplo de recién graduados que van a hacer algo distinto. Miguel Ángel se ha licenciado en Biología, con 24 años, y se va a Francia con una. beca Erasmus para especializarse en investigación sobre el cáncer. Ana tiene 22 años y se va en septiembre a Chile, a trabajar como psicóloga con población marginal. Espera trabajar con niños de la calle y tener la oportunidad de realizar "un trabajo interesante que aquí sería muy difícil de encontrar".
A Natividad, que tiene 24 años, le falta entregar el proyecto para finalizar Arquitectura, pero ha decidido marcharse a Turín para hacer una segunda especialidad y, de esta manera, contar con más posibilidades de trabajar y una mejor formación. "Aquí están las cosas muy mal", dice, "y un título de fuera de España sigue contando mucho más. a la hora de colocarte".
Las carreras con peores salidas y más paro son las del área de Ciencias Sociales y Jurídicas (Ciencias Empresariales, Derecho ... ), con 161.400 parados, según se recoge en la Encuesta de Población Activa. Los que mejor se colocan son los del área de Ciencias Exactas y Naturales e Informática, que cuenta con el número inferior de parados universitarios: 20.700. Es más, el 93,22% de los graduados en este último área que tienen entre 25 y 29 años ya están trabajando.
Mónica está a favor de los contratos en prácticas o las becas en empresas. "Es la única manera de adquirir experiencia", dice. "Yo prefiero trabajar por poco dinero durante seis meses y adquirir experiencia antes que quedarme en casa".
De los 895.000 parados de entre 25 y 29 años que hay actualmente, 459.000 dicen que aceptarían un empleo de categoría inferior a la esperada y 419.000 lo cogerían aunque les ofrecieran unos ingresos inferiores a los que son adecuados a su cualificación.
"Yo en principio aceptaría lo que fuera que tenga que ver con mi profesión", dice Olga. "El problema viene después de ese periodo de prácticas. No te vas a pasar la vida trabajando ocho horas por 60.000 pesetas".
Moverse mucho
"Cuando empiezas a trabajar te das cuenta de que todo te lo tienen que enseñar, desde manejar un ordenador hasta, por ejemplo, cómo se hace un préstarno". "Y es que en la carrera te enseñan economía, pero es todo muy difuso" continúa. "En la facultad te enseñan a pensar, a razonar, pero no a enfrentarte a problemas prácticos".
Todos están de acuerdo en que hay que moverse muchísimo, "porque siempre hay por ahí becas para hacer prácticas en países raros y hay que buscarlas", dice Miguel Ángel, que cuenta que a la convocatoria de becas Erasmus -él ha conseguido una- no se presentó casi nadie de su universidad, la de Alcalá de Henares. "Me la han dado sin hacer ningún tipo de selección, porque no había más gente".
A pesar de los múltiples problemas con los que se encuentran estos licenciados al salir de las facultades, son pocos los que se desaniman fácilmente. Aunque, una vez más, las mujeres son las que tiran antes la toalla. "Es que nos lo ponen mucho más difícil", dice Ana. "En cambio, yo veo que las licenciadas se mueven mucho más que nosotros, buscan por donde sea y no se cortan", opina Antonio. Casi 1.600 mujeres graduadas ya se han desanimado de encontrar un empleo, según la última EPA, mientras que el número de hombres es sólo de un centenar.
¿Dónde dices que puedo informarme?
La falta de información sobre trabajos en prácticas o becas es una de las cuestiones que estos universitarios consideran que debe solucionarse. "Vas por la facultad y hay un papel aquí otro allí, te lees algunos, otros se pierden no acaba de haber y un sitio donde esté centralizada toda la información", explica Ana de Lara, que se acaba de licenciar en Psicología.Ana conoce los Centros de Orientación e Información al Estudiante que hay en las universidades, pero considera que a estos centros no llegan todas las propuestas que hay en el mercado de trabajo. "Debería existir un organismo en el que se centralizara toda la información, al que acudieran automáticamente los estudiantes y las empresas", considera esta licenciada.
Sin embargo, Carmen, Olga, Mónica y Natividad no sabían que existen este tipo de organismos en las universidades. ¿Es que no se les informa o que no se preocupan ellos demasiado por informarse durante la carrera? Según dicen, son las dos cosas a la vez. "Ya sé que es fácil desanimarse, pero no puedes pretender que te vayan a ofrecer un empleo a casa", comenta Antonio.
Los contactos
En cuanto a la forma de encontrar un empleo, todos piensan que los contactos personales "es lo que más cuenta para encontrar un trabajo, porque por lo menos tienen referencias tuyas".
Hay que decirselo a todo el mundo", explica Antonio, licenciado en Derecho. Mónica explica que las empresas grandes ponen anuncios, pero las pequeñas contratan de boca en boca: "En la que me han contratado a mí les daba pánico poner un anuncio y hacer una selección en masa".
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